El arranque de las vías y la preparación del terreno para las obras de llegada de la alta velocidad ferroviaria a la capital ha cogido ya velocidad de crucero y en la zona de la estación de Zamora los cambios son visibles día a día. Toda la zona de playas de la estación, y el resto del tramo de 2,9 kilómetros desde la entrada del AVE en Zamora por Vista Alegre hasta la salida hacia el túnel del Bolón, registra un importante movimiento como zona de obras, centrada en estos momentos sobre todo en la retirada de las viejas estructuras ferroviarias que han de dar paso a la nueva fisionomía del AVE, a ser posible sin interrumpir el tráfico ferroviario, que según está previsto debe continuar durante el desarrollo de los trabajos.
No todos los elementos acabarán convertidos en leña y chatarra. Por ejemplo, hay una «aguada» o grúa de agua, de las que se utilizaban para surtir de líquido a las locomotoras de vapor, que data del año 1864 y que se mantendrá. Como seguramente lo hagan también otros elementos catalogados por Adif, como la báscula de vagones, señales mecánicas, desvíos manuales para agujas o grúas de descarga de los vagones, que de momento parece que se van a salvar de la destrucción.
Si todo sigue con los plazos oficiales hasta ahora previstos por el departamento que dirigía José Blanco el AVE debería estar en disposición de entrar en la capital a finales de este mismo año 2012. Queda mucho por hacer, pero hay doce meses por delante, para adecuar la entrada de la alta velocidad a la ciudad, que supondrá un corte de los pasos a nivel actualmente existentes y que permiten cierta permeabilidad de la línea ferroviaria en zonas como por ejemplo la de Las Llamas. Con el AVE esto no será posible, aunque se han habilitado varios pasos superiores, que deberán ejecutarse al tiempo que la estructura ferroviaria.
También debe ser objeto de una profunda remodelación la estación de tren en si misma, es decir, el edificio de viajeros y aledaños, adjudicada en otro contrato diferente, unos trabajos que aún no se han iniciado.
