La decisión de la Junta de Castilla y León de no realizar el segundo pago del curso a los colegios con superávit en sus cuentas no ha gustado en los centros escolares, que « tenían elaborado el presupuesto del año contando con ese ingreso, y ahora se encuentran con que no se lo van a dar», explica Fermín Casado, secretario general del sindicato ANPE en Zamora, que asegura que los que ahorraron, «ya tenían pensado en qué iban a gastar ese dinero, para solucionar pequeños arreglos o imprevistos», se lamenta.

Para José Ángel Sastre, del sindicato Stecyl, la medida «penaliza a los centros que tienen mejor gestión y viene a complicar aún más la situación que viven los colegios, que ya de por sí están muy ajustados con el presupuesto», se pronuncia el docente.

Debido al «recorte encubierto», como califican desde los sindicatos a la medida, «los centros tendrán problemas de funcionamiento diario, como pequeños arreglos o fotocopias, porque ya contaban con ese dinero que ahora no van a recibir», se pronuncian. Además, admiten que hay colegios en Zamora a los que se le ha negado este pago sin tener remanentes en sus cuentas, algo que desde la Consejería de Educación se pretende enmendar revisando «uno a uno» los más de 1.100 centros de la Comunidad para saber qué centros tienen ahorros en sus cuentas.

La escuela pública es «la gran perjudicada» según los sindicalistas, que afirma que se están mermando las capacidades de oferta de una educación de calidad «porque aquí los padres no ponen ni un céntimo y todo se tiene que pagar con el presupuesto que se les asigna», señala Casado, que pone el acento en la función docente, «porque al final son los profesores los que suplen ese déficit, como siempre», se queja el secretario general de ANPE.

Por su parte, el consejero de Educación, Juan José Mateos, garantizó ayer que los centros educativos de Castilla y León «no tienen ni van a tener problemas para los gastos de funcionamiento» porque su departamento movilizará 55 millones de euros, de ellos 6,7 para hacer frente a gastos de final de año y principios de 2012. Mateos aseguró su «compromiso» de equilibrar las cuentas de tesorería de cada centro «cuando sea posible», y reconoció el esfuerzo de control de gasto de cada uno de ellos.