Zamora aguarda impaciente los planes sobre la línea de Alta Velocidad del futuro Ejecutivo central, que tomará posesión la próxima semana. La provincia llega al relevo en el Gobierno con 150 kilómetros de plataforma en obras, el trazado que conecta Sanabria con Galicia adjudicado casi al completo y la adecuación de las estaciones de la capital y Puebla pendientes de ejecución. Ayer mismo, el Ministerio de Fomento formalizaba el contrato del tramo entre Lubián y La Canda -último de la provincia- en 94 millones de euros. Las dudas sobre la financiación de la infraestructura coinciden con el inicio de la legislatura que ha de hacer realidad la conexión de Zamora con la alta velocidad.

Del maremagno de cifras y plazos que afecta a la línea del AVE entre Madrid y Galicia, lo más palpable es la finalización de las obras de plataforma entre la provincia de Valladolid y Zamora. Los constructores miran ya al próximo mes de junio para entregar esta primera fase, que se podría completar en el segundo semestre con la construcción de las vías y la electrificación. El objetivo: enlazar al fin la capital con Madrid y reducir el tiempo de viaje a una hora y diez minutos.

Se trata de sólo dos tramos que suman treinta kilómetros en suelo zamorano: el que une Villafranca de Duero con Coreses y la capital. Aquí, dos son las actuaciones ya adjudicadas que están pendientes de ejecución. La primera afecta al trazado que atravesará la estación ferroviaria, con una inversión de 30 millones de euros que incluye la disposición de las vías y la creación de un paso superior y dos pasarelas peatonales. La segunda afecta al propio edificio, en el que una partida de 437.000 euros permitirá llevar a cabo la reordenación de espacios internos, las taquillas, el área comercial o las marquesinas. La segunda de las estaciones que habrán de adecuarse está situada en Puebla de Sanabria. En este caso, el proyecto está en fase de redacción, aunque se sabe ya que la inversión necesaria será similar al caso de la capital.

A los primeros 35 kilómetros, han de sumarse los 123 que conectan la capital con Requejo, cinco tramos que ya se encuentran en obras. A partir de aquí, la situación es algo más compleja, como corresponde a la dificultosa orografía del límite de la provincia con la comunidad autónoma gallega. Con el anuncio de adjudicación de las obras entre Lubián y el túnel de la Canda (3,2 kilómetros) que hizo ayer público, sólo faltan por asignarse a un grupo de empresas los dos tramos de siete kilómetros entre el túnel de Padornelo con la localidad sanabresa y por comenzar las obras, algo más de viente.

Una vez que la plataforma esté construida al completo, quedará por delante la segunda fase en todo el trazado, que comprende el montaje de la vía, las instalaciones de energía, la señalización, las telecomunicaciones fijas y móviles y las instalaciones de protección civil y seguridad. Aún no hay noticias sobre este particular. La sola excepción se produjo a mediados de año con la contratación del suministro del balasto, la piedra sobre la que se asientan las vías. Doce millones de euros cubrirán el suministro de 525.000 toneladas del material, los necesarios para el tramo Olmedo-Zamora.

Según los cálculos de Fomento, el Gobierno ha dedicado a la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Galicia 3.600 millones de euros. La mayor parte, casi tres mil, han sido habilitados a través del nuevo sistema de financiación público-privada. El resto son partidas públicas facilitadas por el canal convencional. Otra cantidad casi idéntica permitirá poner en movimiento los trenes en todo el trazado de aquí a 2015, según los planes del Gobierno, ya en funciones.