Paco Arévalo actúa el viernes en el Principal, a las 20.00 y a las 22.30 horas, con Bertín Osborne en un espectáculo titulado «Mellizos», que mezcla música en directo y humor.

-¿Cómo acaban compartiendo escenario Bertín Osborne y usted?

-Somos amigos desde hace muchos años y dado que ambos nos dedicamos al mundo del espectáculo, decidimos poner en marcha un montaje donde hubiera canción y humor. En «Mellizos» la gente va a ver sobre el escenario del Principal mucho humor, mucho baile y, sobre todo, verá a dos cómicos con cierta veteranía y con una complicidad que se transmite al público. Los espectadores se lo pasan muy bien porque ven al Arévalo de humor, al Bertín cantante y también van a conocer al Bertín que hace humor y a un Arévalo que canta así como a ambos cantando así como a los dos haciendo una serie de cosas muy divertidas. En el espectáculo planteamos distintas situaciones que hacen que el asistente se lo pase muy bien.

-Dan a conocer vertientes nuevas de ambos. ¿Cuál es la reacción del público?

-Sus aplausos son impresionantes. Yo lo que hago es cantar haciendo una parodia de Bertín estando él delante. Lo imito cantando y andando delante de él, lo que es muy gracioso. Él hace de galán siempre, pero hay un momento en el que cuenta una anécdota real que argumentaba con mucho humor.

-En el espectáculo, ¿qué tiene más peso la presencia conjunta o individual?

-Está conjugada, pero, desde mi punto de vista, lo más divertido es cuando estamos los dos sobre el escenario. En mi caso debo de decir que apenas cuento chistes y ninguno de gangosos, por lo que trabajo otros aspectos de mi vis cómica. El público descubre facetas de Arévalo que no han visto.

-En noviembre el montaje cumplió un año. ¿Cómo ha ido evolucionando?

-Todos los días hay cierta improvisación y se producen ciertos cambios. A pesar de que la base es la misma, las circunstancias van cambiando. En mi caso me fundamento en la actualidad positiva y negativa. Baso el show en aspectos como la política, pero no hago casi humor de la crisis, ya que estimo que no está bien recordar los momentos tan malos que está pasando España cuando la gente quiere divertirse. El espectáculo está funcionando y agrademos el respaldo que estamos teniendo. En los tiempos que corren es muy difícil contar con afluencia de público.

-Conocía al Bertín amigo y ha descubierto al Bertín compañero. ¿Qué le ha sorprendido de él sobre el escenario?

-Me ha llamado mucho la atención que le está gustando mucho el teatro. Las historias que cuenta cada vez las desarrolla con una mayor teatralidad. Él nunca había hecho teatro y estaba acostumbrado a los conciertos. Creo que este espectáculo le puede servir para hacer cualquier tipo de comedia. Estoy muy cómodo con él. Además, es una persona muy generosa y a ambos nos mueve que la gente se lo pase bien. Disfruto cuando la gente se ríe con Bertín y él disfruta cuando el público se ríe conmigo. En todo momento somos dos amigos que estamos en el escenario con la finalidad de que el público se divierta.

-Desde el año 1969 se dedica a hacer reír. En este tiempo, ¿ha cambiado el profesional del humor?

-Los cómicos veteranos siempre hemos hecho monólogos. Me remonto a Gila, con quien trabajé, que hacía humor absurdo dentro de un monólogo de una llamada telefónica. Yo he hecho monólogos sobre matrimonios, pero a finales de los 70 grabé unas cintas de chistes que me solicitó una discográfica. Tuvieron mucho éxito, de ahí que se me asocie con el chiste. Los veteranos tocábamos todos los palos porque no había más remedio, pues tenías que pasar unas pruebas para trabajar. Ahora compruebo que existen buenos profesionales que llegan, sobre todo, al público más joven. Ser un cómico, un humorista o monologuista, como lo llaman ahora, es algo muy difícil. Un profesional tiene que saber más que contar una anécdota. Tienes que ser un actor muy completo de tal manera que cuando te propongan un trabajo no tengas que prepararte, sino que sepas hacer aquello que te demandan. Uno tiene que aprender todo lo que pueda y nunca se aprende lo suficiente.

-Su paso por el concurso «Un, dos, tres... responda otra vez» le reportó una gran fama.

-El grabar las cintas de chistes y el haber hecho ese programa de televisión, cuando era muy conocido a nivel oído pero la gente no me ponía cara pues no había hecho televisión, me han dado una gran popularidad. El amor del público no pesa si de verdad lo aprecias y lo quieres. Resulta muy gratificante que se acerquen a ti y te digan gracias.

-¿Qué trabajo le gustaría que le propusieran?

-Cuando uno tiene proyectos es porque tiene trabajo. Si estás ocupado lo más inmediato es aquello en lo que está embarcado. A mí me llena mucho «Mellizos» y no he pensado en otra cosa salvo en evolucionar dentro del espectáculo, como intercalar algo de copla cantada por Bertín y mí. Él hará de galán y yo haré de la galana (Risas).

Madrid, 1947

Es uno de los cómicos más veteranos. Sus primeras actuaciones datan de 1970 en el espectáculo de «El bombero torero». A finales de esa década grabó una amplia serie de cintas con sus chistes de gangosos y mariquitas que le hicieron ganar gran fama. Su gran salto vino de la mano del concurso televisivo «1, 2, 3... responda otra vez», lo que le hizo actuar en cientos de salas de fiestas. Ha tenido su propio programa de televisión, «Arévalo y Cía», en el que interpretaba una serie de sketches acompañado por actores como Manolo Cal, José Carabias. También ha participado en diversas películas, entre ellas, «El currante» «Agítese antes de usarla» o «El oro de Moscú» o «Isi & Disi, alto voltaje».