Geosilex-Trenza Metal es una empresa zamorana que apuesta por la Investigación, Desarrollo e Innovación mediante la creación de productos y patentes propias. Un reto por el que ha sido nombrada empresa del año por la CEOE y recibirá el Cecale de Oro.

-¿Cuáles han sido las claves del éxito de Geosilex-Trenza Metal?

-La empresa se crea en el año 2000 y las claves han sido que desde el comienzo hemos fabricado productos de patente propia. No fabricamos productos estándar del mercado. Todos nuestros productos son de desarrollo, tecnología y patente propia.

-El posterior comienzo de la crisis, ¿qué repercusión ha tenido en la empresa?

-Nos ha afectado mucho. Ahora mismo tenemos un tercio de la plantilla que teníamos en 2007. Poco antes de que comenzara la crisis nos dimos cuenta de que teníamos que diversificar la actividad de la empresa y dirigir la atención a materiales sostenibles para una arquitectura sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Entonces comenzamos la investigación sobre un nuevo material, geosilex.

-Apostar por un material de construcción en el contexto de crisis del mercado inmobiliario, ¿ha sido una apuesta arriesgada?

-Desde un punto de vista local era una apuesta arriesgada, pero teniendo en cuenta que es una novedad de máximo interés a nivel internacional pensamos que la concesión de licencias de construcción fuera de nuestro país tiene salidas y nos da una perspectiva alentadora.

-¿En qué consiste la nueva tecnología que incorpora geosilex?

-Hay que distinguir dos etapas en la investigación que han dado lugar a dos patentes. En la primera hemos desarrollado un producto para la fabricación de hormigones que tiene capacidad cementante y que es un captador de CO2 de mucha actividad. Lo absorbe, lo mineraliza y queda incorporado al hormigón. Es un secuestrador de CO2. Lo interesante es que además ese producto recicla y depura residuos industriales, por lo que su coste energético y medioambiental es cero. Y a mayores es capaz de captar hasta casi el 60% de su peso en CO2. La semana pasada hemos presentado una nueva patente que creemos que va a ser absolutamente revolucionaria en el sector del hormigón. Se basa en el geosilex, como matriz cementante exclusiva de los nuevos hormigones procedente de residuos, pero además hacemos una carbonatación acelerada. Es decir, las prestaciones mecánicas que va a obtener ese hormigón al cabo de muchos años la conseguimos casi al instante. Con un material que no es un cemento, que procede de residuos, conseguimos un hormigón sin cemento.

-¿Qué avances incorpora esta nueva patente?

La nueva patente va más allá del geosilex. Hemos conseguido que el geosilex sea el único elemento cementante del hormigón sin necesidad de utilizar cemento. Las resistencias de este nuevo hormigón las obtenemos por la mineralización del CO2 de las emisiones de las chimeneas de las industrias, de las plantas de cogeneración eléctrica. Estas plantas realizan grandes emisiones de CO2 y nosotros lo que proponemos es captarlo antes de que salga a la atmósfera. Con ese CO2 carbonatamos la matriz cementante del hormigón. La doble ventaja es que tenemos un cemento íntegramente procedente de residuos que además fragua captando dióxido de carbono y lo que antes tardaba decenas de años e incluso siglos en carbonatarse, es decir en endurecerse, ahora lo conseguimos en pocos minutos.

-¿Puede acabar siendo el material de construcción del futuro?

-La cal tradicional dejó de usarse cuando aparece el cemento porque ofrecía grandes prestaciones mecánicas de forma casi inmediata. Esa rapidez con la que fraguaba el cemento dejó en desuso las cales tradicionales. Nosotros hemos conseguido a partir de residuos una cal tradicional pero mucho más reactiva y la carbonatamos en muy pocos minutos. El material resultante tiene prestaciones superiores a los hormigones de cemento.

-¿Qué aplicaciones tiene?

-Estamos en la fase de producción. Además es un hormigón cien por cien compuesto por residuos, tanto urbanos como industriales.

-Teniendo en cuenta su compleja elaboración, ¿se trata de un proceso de fabricación caro?

-Su fabricación puede llegar a ser más barata que la del hormigón tradicional. Si hay una planta que produce residuos e instalamos al lado una planta de geosilex los costes de transporte y demás se reducen al mínimo. Como los residuos tienen un coste cero no solo hablamos de un ahorro económico sino también energético porque evitamos la construcción de plantas de fabricación de hormigón, que tienen un consumo energético bestial y grandes emisiones de CO2. Por lo tanto, reutilizamos residuos, eliminamos los consumos energéticos y suprimimos la emisión de CO2 que a su vez es captado del ambiente.

-¿La salida de la crisis pasa por la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i)?

-Solo se puede salir de la crisis con investigación.

-¿Es difícil innovar en tiempos de crisis?

-Para poder innovar hay que tener recursos financieros. Sin ellos no se puede investigar ni innovar. La dificultad es que ahora las empresas no encontramos financiación y tampoco hay demanda para los productos que desarrollamos. Hoy en día siendo imprescindible la investigación contamos con las peores condiciones para hacerlo. Es el momento en el que más se necesita investigar pero en el que contamos con menos recursos.

Lubián de Sanabria, 1952

Miguel Bermejo se encarga del área de desarrollo de productos y del departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación de Trenza Metal-Geoxilex, una empresa que ha formado junto a Fernando Riesco, que aporta su experiencia empresarial, y Benito Román, experto en ingeniería mecánica. Juntos han logrado fabricar un nuevo material a partir de residuos industriales capaz de absorber CO2. Entre las obras en las que ya ha sido aplicado se encuentra el parque de la Campa de los Ingleses, en Bilbao, donde se ha empleado en las vías peatonales. Cada baldosa captará a lo largo de la vida útil el dióxido de carbono que hay en 5.000 metros cúbicos de aire.