El salón de actos de Caja España-Caja Duero de La Marina se quedó ayer pequeño para escuchar a Emilio Duró, formador empresarial cuyas conferencias son todo un éxito gracias a su particular estilo y sus fórmulas sencillas basadas en la ilusión y el esfuerzo. Organizada por la Cámara de Comercio, impartió una charla sobre motivación.

-¿Es más complicado motivar en esta época de crisis?

-En épocas de crisis hay gente que disfruta y gente que fracasa, porque depende más de tu actitud personal que de las circunstancias. Estamos en un momento de cambio de era donde va a ver más oportunidades, más riquezas y más bienes que nunca. Estamos dramatizando cosas que no tendrían que dramatizarse.

-¿A qué se refiere?

-Por ejemplo, mi abuela probablemente no tenía aire acondicionado, mi bisabuelo seguro que no, mi padre no tenía iPad u ordenador y no se quejaban tanto. Son los jóvenes los que más tienen y los que a veces, como yo el primero, no valoramos lo que tenemos, por eso hay que cambiar un poco el lenguaje.

-¿Cómo se puede cambiar?

-Se ha puesto de moda la queja, el derrotismo es lo que vende, porque se ha hecho del mal humor la profesión. En la empresa hay gente maravillosa, pero si de cien compañeros hay uno quejándose y estás todo el día con él, te termina contagiando.

-¿Se necesita tener otra actitud ante el mundo?

-Hay que mirar a qué mundo nos enfrentamos. Es un mundo donde habrá gente que vea oportunidades y gente que no. Hay gente que aprovecha estos cambios para estudiar y hacer otras cosas, con lo que acertarán. Pero aquel que teme no salir, también acertará, porque no saldrá. Lo que vamos a tener que hacer es luchar, trabajar, poner esfuerzo e ilusión. Para ello hay una fórmula muy fácil: saber que te vas a morir. Yo tengo 51 años, en buena forma física estaré hasta los 70, así que son unos seis mil días. Cuando sabes que te queda solo esto, dejas de dramatizarlo todo y lo mejor es ponerse a disfrutar el poco tiempo que te queda.

-Pero existen personas que lo están pasando realmente mal.

-Entiendo que una persona en el paro con dos hijos esté asustada, yo también lo estaría. Pero el miedo solo sirve para colapsarlos, la lástima y la pena no educan, porque sentir lástima por él solo servirá para que no salga, así que lo que tenemos que hacer es darle herramientas, ilusión y pasión para que salga.

-¿Y qué opina del futuro de las empresas?

-Como vamos a vivir cien años, viviremos más crisis, ya que normalmente el 1% de las empresas viven más de 40 años. Antes las creaba el padre, las desarrollaba el hijo y las hundía el nieto. Hoy, viviendo cien años, te da tiempo a crearla, desarrollarla y hundirla toda tú y encima te sobra tiempo.

-¿Es fácil cambiar la actitud en las compañías?

-En la vida no hay nada peor que un tonto motivado. Si no tienes ni idea y te motivas, hundes la empresa. Tienes que saber y también tener ganas, ilusión y pasión. Hoy sabemos que la gente optimista, alegre y entusiasta, a igualdad de conocimiento rinde entre el 65y el 100% que la gente normal, luego habremos de incorporar al conocimiento ganas de vivir. Por eso siempre hay gente que haga lo que haga le sale y gente que no. Es por su forma de afrontar las cosas.

-¿Hay algún secreto para salir adelante?

-Los hombres tenemos tres grandes secretos. Primero la salud, así que hay que tener que estar en forma y cuidarse, algo que nunca había pasado, porque moríamos jóvenes, altos y bellos. Segundo, vamos a tener que tener anclajes emocionales y por último vamos a necesitar estudio.

-¿No estamos suficientemente preparados?

-Hay gente que se enfada porque antes se sacaba una oposición con 20 años y se jubilaba a los 65, pero hoy nadie tiene la culpa de que te hayas vuelto tonto y si con 20 años te sacaste una oposición pero a los 40 ha cambiado el sistema informático y necesitas inglés y no lo hablas, no puedes decir que es estudiaste francés en el colegio, sino que tendrás que ponerte a estudiar, Pero eso es algo precioso.

-¿Se trata de un reto?

-Porque por primera vez en la vida depende de ti, tanto el aprender inglés como el encontrar trabajo. Y lo haremos porque no pasa nada, esto no se acaba y que el mundo va a seguir. Además, no se puede querer triunfar sin esfuerzo, se necesita ilusión y dedicación.

-¿Así que el cambio comienza en uno mismo?

-La vida depende de ti, la realidad no existe, depende tu forma de verla. Por eso, ante un mismo trabajo hay gente más o menos feliz, porque no depende del trabajo, sino de tu forma de afrontarlo.

Lérida, 1960

Licenciado en Ciencias Económicas y con un máster en Administración de Empresas por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (Esade), Emilio Duró también es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido profesor colaborador de distintas universidades, entre ellas, la Fundación Universidad-Empresa de la Universidad de Navarra, la Pompeu Fabra o la Escuela de Negocios Caixanova. Además, es consejero externo de firmas como Riofisa y Adolfo Domínguez. Desde hace más de 20 años trabaja como consultor y formador en empresas nacionales y multinacionales de diversos sectores.