Redoble de tambores, marchas fúnebres, velas, estandartes y el inconfundible sonido de las campanas del Barandales. El IV Centenario de la Cofradía de la Nuestra Madre de las Angustias permitió ayer revivir la Semana Santa zamorana en pleno mes de septiembre y contemplar por primera vez la imagen de la Virgen a plena luz del día.

La procesión extraordinaria partió de la iglesia de San Vicente y recorrió el casco urbano hasta la Catedral en un desfile distendido en el que participaron numerosos hermanos desprovistos de túnicas que acompañaron a la Virgen en una soleada tarde en contraste con el horario nocturno de cada Viernes Santo.

Antes del comienzo de la procesión, la Cofradía celebró un acto en la iglesia de San Vicente en el que realizó un reconocimiento a la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora y al Cuerpo de Reservistas del Ejército por la labor de escolta de los dos pasos que salen en esta procesión cada Semana Santa. El teniente coronel Antonio Rodríguez, en representación del primer colectivo, y el subdelegado de Defensa, José Carracedo, en nombre del segundo, fueron nombrados hermanos de mérito y recibieron una medalla, junto al director del Coro Sacro Jerónimo Aguado, Pablo Durán, también distinguido por la hermandad por el acompañamiento musical de esta agrupación a todos los actos celebrados por la cofradía. Para conmemorar la señalada ocasión, el coro estrenó un himno dedicado a la Virgen en la misa oficiada en la Catedral por el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, al término de la procesión.

En el acto de apertura del sexto centenario de la hermandad, la presidenta de la misma, Josefina Yugueros, agradeció en su intervención «el esfuerzo realizado por las sucesivas generaciones y por familias enteras para mantener viva la devoción a la Virgen de Nuestra Madre de las Angustias». La celebración contó con la presencia de varias autoridades zamoranas, como la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, o la subdelegada del Gobierno en Zamora, Pilar de la Higuera. La ceremonia también congregó a representantes de otras cofradías de la provincia devotas a Nuestra Madre, como las de Riomanzanas y el Perdigón, así como con otras hermandades de la Semana Santa zamorana y de otros puntos de España.