La época de quitarse de encima a los trabajadores con problemas de adicciones parece que está pasando de largo. Por primera vez en la historia de la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Zamora (ARZA), cuatro empresarios se han puesto en contacto con la agrupación para ayudar a sus empleados a superar la adicción. «Es una tendencia que vivimos como novedad y de la que estamos muy orgullosos, porque antes lo automático era despedir a la persona y que se las arreglara como pudiera», se alegra el presidente de ARZA, Miguel Rojo, que afirma que «es mucho más fácil así, cuando los superiores saben el problema y ayudan al trabajador mientras está desempeñando su labor diaria. Es la solución ideal», constata Rojo.

Ante el cambio de actitud y la toma de conciencia de que el problema del alcohol es una enfermedad de la que se puede salir, desde ARZA animan a todos los empresarios o las familias que se encuentren en esta situación a pedir ayuda o información a los miembros de la asociación. «Que nos llamen o se pasen por aquí para conocer cómo trabajamos y les expliquemos en qué fase está su trabajador o familiar, porque en la calle se escuchan muchas cosas que no son y es mejor informarse de primera mano», sostiene la psicóloga de ARZA, Ana Esther Vacas.

Ante la posibilidad de que los afectados piensen que pedir ayuda significa reconocer públicamente su problema, desde la asociación aseguran que «dentro somos todos amigos y compañeros, pero fuera nos decimos hola y poco más, porque no podemos ni contarles a nuestras familias de qué conocemos a alguien que acude a ARZA, la privacidad está por encima de todo», subraya Miguel Rojo, que con la experiencia de haber pasado por situaciones complicadas anima a los que se encuentran absorbidos por el alcohol a pedir ayuda, porque «dejar de beber es fácil, lo complicado es aprender a vivir sin él», asegura.