Los comercios de la capital confían en que el mes de agosto sirva para remontar la campaña de las rebajas de verano, que hasta ahora registra un ritmo de ventas «más flojo que el de años anteriores», según reconoce el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio (Azeco), Ildefonso Boizas. Unos resultados provisionales que coinciden con las previsiones realizadas por el sector, que predijo un descenso de entre el 6 y 12% en el balance de este año.

Las expectativas depositadas en agosto responden a la afluencia de visitantes que se prevé que visiten la provincia durante el próximo mes, tanto de turistas como de zamoranos que residen en otros puntos de España y vuelven a Zamora durante sus vacaciones estivales. «A diferencia de las rebajas de invierno, en las que las compras se concentran al principio, en las de verano se reparten durante los dos meses», explica Boizas. Aún así, durante los primeros 15 días de julio se acumulan alrededor de un 30% de las ventas «porque es cuando los comercios ofrecen mayor variedad de surtido y cuentan con más tallas», detalla el responsable de la patronal.

La mayor parte de los establecimientos de la capital ya han colgado carteles en sus escaparates para anunciar las segundas rebajas, con descuentos que ascienden al 50 y 60%. Para ello, los negocios del sector realizan «un considerable esfuerzo con el que sacrifican al máximo su margen de beneficios con el objetivo de dar salida a sus mercancías». De hecho, la crisis ha producido un cambio de tendencia en los dos últimos años que ha sustituido la aplicación de las reducciones de precio graduales por agresivos descuentos desde el propio inicio de la campaña. Estos recortes se suman «al esfuerzo que ya asume el comercio zamorano a lo largo del resto del año mediante una disminución de su margen de ganancias para ofrecer precios más asequibles.

El menor poder adquisitivo de los consumidores también ha supuesto un cambio en sus hábitos de compra. El afán consumista previo al inicio de la crisis ha desaparecido para dar lugar a compras limitadas y decididas en función de las necesidades. «Los clientes ya vienen con una idea clara de lo que quieren y vienen a tiro fijo a por lo que necesitan», asegura el representante de la patronal del sector. Otra de las nueva tendencias creadas por la contención del gasto es «una mayor comparación previa de precios antes de realizar la compra en busca de las mayores ofertas». De hecho, los clientes parecen haber asumido los consejos transmitidos por las organizaciones de consumidores, que recomiendan elaborar una lista previa de los artículos que se pretendan adquirir.

A pesar de que el balance que arrojará la campaña de rebajas de verano dejará un descenso de ventas de entre un 6 y un 12% inferiores, «los resultados serán mejores que en otras provincias, con un menor volumen de compras a causa de la crisis», asegura Boizas. En concreto, la patronal del sector estima que cada zamorano realizará un gasto de entre 65 y 75 euros durante los dos meses de duración de las rebajas de verano de este año. Una reducción que se suma a las bajadas de ventas experimentadas en veranos anteriores como consecuencia de la contención del consumo originado por una crisis prolongada en el tiempo que ha deteriorado las economías de los hogares zamoranos y ha modificado sus prioridades de gasto. También hay que recordar que los consumidores tienen los mismos derechos que el resto del año, como la de contar con los mismos medios de pago, tanto al contado como con tarjeta.