Las bajas temperaturas que ha traído consigo el mes de julio no han pasado inadvertidas, y las cálidas noches de verano habituales por estas fechas han dejado paso a valores más propios del otoño. Con la estadística en la mano, las quejas de los que quieren calor no están infundadas.

En lo que va de mes, la media de las temperaturas mínimas y máximas registradas en Zamora, que se eleva hasta los 21,4 grados, está por debajo de los valores que se consideran normales según la estadística histórica, y que se sitúan entre los 21,6 grados y 22,1 grados en el mes de julio.

Destaca esta semana el dato de 4,5 grados de temperatura mínima registrado en Puebla de Sanabria, el valor más bajo de todo el país según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

No obstante, según el jefe de Predicción de Castilla y León, Juan Pablo Álvarez, «los valores solo están dos décimas por debajo de lo normal, por lo que podemos hablar de unos días con temperaturas mínimas bajas, pero no de un mes especialmente frío ya que quedan aún varias jornadas que pueden hacer que el tiempo mejore y suba la media de todo el mes», señala el meteorólogo.

De hecho, según las predicciones de la Aemet, esa media que ahora no está entre los valores normales según la estadística histórica, volverá a entrar en el rango de normalidad gracias a las cálidas temperaturas que se esperan a partir del lunes. «La semana que viene está previsto que suban las temperaturas, porque deja de entrar en la península el viento de componente norte. Las noches continuarán siendo algo frescas, pero aumentarán las máximas que tendremos durante el día», confirma Juan Pablo Álvarez.

En los 23 días del mes de julio, las mínimas solo han superado los quince grados en seis ocasiones, predominando las noches en las que el mercurio ha bajado en torno a los 10-12 grados. Por otro lado, en las tres semanas que van de julio, las medias de las máximas se sitúan en los 29,1 grados, mientras que las mínimas se estancan en 13,8 grados.

La situación de bajas temperaturas, que inquieta a los veraneantes, no es mala para todos, ya que con temperaturas menos cálidas no se producen con tanta facilidad las llamadas tormentas de verano, por lo que el campo puede mirar al cielo con más tranquilidad sin temor a que un pedrisco acabe con su cosecha de cereales.

De momento, para hoy se espera un día soleado con máximas de 26 grados y mínimas de 11, y sin probabilidad de lluvias.