Ex ministro de Agricultura

B. Blanco García

Conocedor de todos los entresijos de la Política Agraria Común gracias a su dedicación durante casi una década como ministro de Agricultura con Felipe González, el saucano Carlos Romero visitó la Fundación Rei Afonso Henriques en la capital para participar en un curso sobre los 25 años de la PAC en España y Portugal, donde auguró un futuro prometedor a pesar de la actual crisis y apostó por la exportación de productos agroalimentarios como clave para el desarrollo del sector.

-¿Cuáles son los cambios más significativos que ha habido en estos 25 años de Política Agraria Europea en el mundo rural?

-Ha cambiado tanto la población como la ocupación y la actividad. La primera, en el sentido de que, aunque en estos momentos sigue habiendo población rural, esta ha disminuido hasta quedarse en diez millones de personas, si consideramos la población que vive en municipios de menos de 10.000 habitantes. La disminución de población ha afectado sobre todo a los municipios de menos de 2.000 habitantes y ha crecido en los que rondan entre las 5.000 y los 10.000 personas. Todo esto ha trastocado el equilibrio que existía hace años.

-¿A qué se deben estas variaciones de población?

-A que ha habido emigración, pero no a la ciudad, sino a otros grupos rurales o semirurales de mayor entidad, donde las personas buscan más comodidades y servicios, además de oportunidades de trabajo.

-¿Ha bajado mucho el número de agricultores en las últimas décadas?

-La población dedicada a la agricultura en el medio rural ha pasado de casi dos millones en el año 1986 a menos de 900.000 en estos momentos, es decir, la mitad. También ha cambiado la composición en estas personas, porque en estos momentos casi no hay asalariados nacionales, cuando antes existía más de un tercio y en algunas regiones más de la mitad. Y no solo en el sur de España, sino también en zonas de esta provincia, como en La Guareña o Toro. Aunque el cambio fundamental es que más de un tercio de la actividad agrícola española está realizada por asalariados emigrantes. Si lo contamos por horas trabajadas, posiblemente dependemos de un 40% de mano de obra emigrante en la agricultura. A veces no queremos verla y todavía no se han desarrollado políticas activas de ocupación, formación e integración con respecto a este tema.

-¿Y qué hay de la actividad, el tercer factor de cambio que ha señalado?

-En el mundo rural ha cambiado la actividad en el sentido de que solamente una parte de esa población trabaja en agricultura. En cualquier municipio la ocupación fundamental son los servicios, con un 60% de los trabajadores, mientras que el otro 40% se reparte entre la agricultura, la construcción y la industria, ya sea agroalimentaria o artesanal. Esta nueva situación ha cambiado la realidad de nuestros pueblos.

-¿Qué perspectivas se presentan para la Política Agraria Común, ahora que se está debatiendo el nuevo presupuesto para el periodo 2014-2020?

-Una de las buenas cosas que ha pasado estos días de malas noticias económicas, donde se le pide responsabilidad a la Unión Europea con los temas de la deuda y el rescate griego, es que se ha mojado fuertemente en algo que no se esperaba. La comisión europea acaba de aprobar las perspectivas financieras y las previsiones de financiación para el periodo 2014-2020. Y lo ha hecho en un momento de crisis, donde, a pesar de todo lo que se decía sobre que la PAC estaba en peligro por las dificultades económicas, no se ha cumplido. La Unión Europea acaba de aprobar lo más importante, que es el dinero disponible para ese periodo, por lo que podemos hablar de futuro en lo que respecta a las políticas comunes, entre ellas la agraria y la rural.

-¿Será un presupuesto adecuado a las necesidades actuales?

-Para estar en situación de apretarse el cinturón es un presupuesto bastante importante, porque implica que la Unión Europea pone un billón de euros para financiar las actividades comunes durante los próximos siete años. De ellos, 382.000 millones estarán dedicados a la PAC. Es un compromiso financiero muy importante al que considero que habría que prestar una mayor atención económica y mediática, porque hay un proyecto comprometido. Además habrá una serie de partidas fuera del presupuesto de agricultura a las que hay que prestar atención, como 4.500 millones de euros dedicados a investigación agraria. Me gustaría que todos los países lo aprovecharan, incluida España, y no solo los franceses.

-Augura entonces un futuro esperanzador.

-Hay que dar buenas noticias y, a partir de ahí , hacer las valoraciones correspondientes. Sí, hay futuro para la PAC, a pesar de las dificultades. Lo que no se puede hacer es poner la disculpa de que la Unión Europea no financia ni hace presupuestos para las dificultades y que no va a haber PAC porque hay problemas presupuestarios. Ese tema que he leído durante año y medio no se ha cumplido al final y tenemos un billón para financiar las políticas comunes y 382.000 millones específicamente para la PAC.

-¿Estará esta política en consonancia con este presupuesto?

-No estoy en las instituciones europeas ni voy a estar en ninguna mesa negociadora así que no me puedo pronunciar. Tienen el dinero, la tradición anterior y, lógicamente, ahora puede haber discusiones sobre los reglamentos, pero esa es la misión ahora de la mesa negociadora en los próximos meses.

-En la actualidad, ¿el campo sería capaz de funcionar sin subvenciones?

-Depende de las actividades. También hay a veces explotaciones agrícolas o actividades con posibilidades o no. No todo el mundo tiene las mismas oportunidades.

-En su época como ministro de Agricultura con Felipe González tenía fama de visionario político. ¿Cree que el PSOE decidirá finalmente adelantar las elecciones del próximo año?

-No me gusta entrar en ese tipo de valoraciones, porque ya estoy jubilado de todas esas responsabilidades. Y mucho menos para decirle al partido socialista lo que tiene que hacer. Pero independientemente de todo eso, lo que creo es que el marco electoral de España va a venir condicionado, digan lo que digan, por cómo esté el marco internacional europeo. Si la situación mejora, importará menos la fecha de las elecciones en España, pero si la situación de crisis se agudiza, aunque no creo que esto vaya a ocurrir, uno no puede entretener el santo dos meses, porque no se va a solucionar nada en ese tiempo. Y eso lo saben tanto los que están en el poder ahora mismo como los que dicen que quieren llegar.

-¿Cuál es su valoración de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE?

-Lo conozco desde hace más de cuarenta años, así que no puedo ser objetivo. Es una persona capaz y le deseo suerte. Es un buen valor, pero habrá que ver qué capacidad de confianza genera en los ciudadanos, que son los que deciden.

Fuentesaúco (Zamora), 1941

Carlos Romero Herrera estudió la carrera de Sociología, de la que es doctor, en la universidad de La Sorbona de París y completó su formación en la Escuela de Altos Estudios Europeos. Además, es experto en Historia Económica, rama a la que dedicó su carrera durante años. Miembro del PSOE en la formación del primer gobierno de Felipe González en 1982, fue nombrado ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, función que desarrolló durante tres legislaturas, hasta julio de 1991 para pasarle el testigo a Pedro Solbes. En las elecciones generales de 1986 fue elegido diputado al Congreso por la provincia de Zamora, escaño que repitió en las elecciones de 1989.