El carácter pacífico con el que inicialmente estaba convocada ayer la concentración del Movimiento 15-M ante el Ayuntamiento de Zamora brilló por su ausencia. El centenar de jóvenes apostados en la entrada del Consistorio desde las once y media de la mañana protagonizaron momentos de tensión, carreras y enfrentamientos con los agentes de la Policía Nacional y Municipal.

El ambiente se fue caldeando a partir del momento en el que las fuerzas de seguridad impidieron la entrada de los manifestantes al salón de plenos. Durante el transcurso del acto de constitución de la nueva corporación municipal, los indignados hicieron oír sus protestas en el interior del edificio consistorial armados de silbatos, timbales, bocinas y flautas. Al grito de «para tanto chorizo no tenemos pan», «la llaman democracia pero no lo es», «no es una crisis, es una estafa» o «PP y PSOE, la misma mierda es», la comitiva dio varias vueltas alrededor de las dependencias municipales hasta la conclusión del pleno. Los momentos de mayor tensión se vivieron a la salida de las autoridades, que tuvieron que ser escoltadas por los agentes policiales al ser increpadas y acorraladas por los manifestantes. La alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, fue evacuada en un vehículo oficial mientras que el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez Maíllo, fue perseguido hasta su domicilio. El ex alcalde de Zamora, Antonio Vázquez, también necesitó la protección policial para llegar a su vehículo mientras que el concejal de Medio Ambiente, Feliciano Fernández, tuvo que esperar a que un grupo de jóvenes abandonaran la sentada que iniciaron frente a su automóvil para impedir que abandonara el lugar. Los jóvenes no hicieron distinciones y también insultaron a personas ajenas al Ayuntamiento como el presidente de la Audiencia Provincial, Luis Brualla. También cuestionaron la presencia del historiador Herminio Ramos, así como de los familiares de los concejales que acudieron al pleno de constitución. Una vez que todas las autoridades abandonaron el Ayuntamiento, los manifestantes volvieron a enfrentarse a los policías al intentar acceder al interior de las dependencias municipales. Finalmente, los jóvenes se disolvieron alrededor de las dos de la tarde.

Abierta una investigación

Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, la Subdelegación del Gobierno ha decidido abrir una investigación para determinar posibles indicios de delito en los insultos hacia las autoridades y en el enfrentamiento con los agentes de la Policía Nacional y Municipal. «Ha sido una situación intolerable», asegura la subdelegada del Gobierno en Zamora, Pilar de la Higuera, quien considera que «los indignados tienen derecho a expresar sus ideas y a manifestarse pero desde un marco de respeto que se perdió por completo con los insultos y el acoso a todas las autoridades».