El movimiento 15-M crece como la espuma en la capital con más de 200 jóvenes que secundan la reivindicación de «una democracia real» y ejercen su protesta contra los partidos mayoritarios. Dispuestos a estar presentes en la plaza de la Constitución al menos hasta el domingo y durante las 24 horas organizados en turnos, los participantes recababan ayer mantas, esterillas, cartones, café y chalecos reflectantes para que la veintena de personas que tenían previsto pasar la noche a la intemperie lo hicieran de la manera más cómoda posible.

«Aquí no hay banderas ni colores políticos. Aquí hay personas no partidos», insisten los manifestantes, indignados por quienes «quieren confundir asociándonos con partidos o movimientos políticos», plantean. «Aquí hay gente de derechas y de izquierdas que se mueven por sus propios motivos personales y ni planteamos el absentismo ni promovemos ninguna ideología», insiste otro de los asistentes. Con el compromiso de «mantener la zona siempre limpia y plantarse de manera pacífica», el colectivo repartió ayer octavillas por la calle para denunciar que «no somos mercancía en manos de políticos y banqueros», reza el folleto.

Aunque algunos de los jóvenes comprometidos con la causa plantean que «al final todos los votos acabarán acaparados por PP-PSOE», confían también en que «es posible que esto sea el principio de algo y que debemos hacer por dignidad personal», apunta otro joven interesado en la iniciativa.

El movimiento 15-M ha generado una obligada reacción por parte de los políticos zamoranos que durante estos días agotan su campaña electoral. Los cuatro candidatos a la Alcaldía coinciden en que el movimiento ciudadano «nos tiene que hacer pensar a todos». Para Rosa Valdeón (PP) «algunas de las mejoras planteadas como la elección directa o las listas abiertas son razonables» si bien está convencida de que «sí existe una democracia real aunque pueda ser mejorable». Mientras, el candidato a la Alcaldía por el PSOE, Manuel Fuentes, tilda el movimiento de «tremendamente interesante» y no oculta que «me gustaría charlar con los participantes para escuchar sus razonamientos ya que los partidos tenemos que estar muy atentos a lo que ellos reivindican», plantea sin olvidar que «si tenemos los jóvenes mejor formados de los últimos tiempos, tenemos que poner altavoces para escucharles y si tienen que ponernos la cara colorada en alguna ocasión, así tendrá que ser». Miguel Ángel Mateos (Adeiza) justifica hasta las últimas consecuencias el movimiento y razona que «esto se veía venir aunque lo más grave es que no ha hecho más que brotar la punta del iceberg que guarda debajo cansancio, agotamiento y un basta ya ante la clase política, oligárquica y caciquil». La candidata de IU, Laura Rivera, apoya con fuerza «tanto la reivindicación como la movilización porque es necesaria y ejemplar». Tanto es así que «demasiado han aguantado y era hora de que salieran a exigir su derecho a vivir».