«Llama la atención que quien se dice acosada», la denunciante, «llamara de forma insistente» a quien ha denunciado por amenazas de muerte y por maltrato, indica la magistrada del Juzgado de lo Penal para fundar parte de su sentencia absolutoria, en la que también alude a las malas relaciones de la pareja tras su separación y, por tanto, a motivos espurios por parte de la mujer para explicar la acusación.

Y es que las pruebas aportadas por el abogado del hombre demostraron que en dos meses éste recibió 170 llamadas a su teléfono móvil y 22 mensajes de texto enviados por quien fue su compañera sentimental durante diez años, la persona que le acabó denunciando primero por maltrato, luego por un robo en su vivienda (acusaciones que no confirmó en el juzgado) y finalmente por amenazas de muerte. En la sentencia que absuelve al imputado por la Fiscalía -que exigía ocho meses de prisión- y por la mujer -que solicitaba once meses-, la magistrada resta credibilidad a la versión ofrecida por la denunciante y subraya que «ha quedado patente que tras la ruptura» de la pareja, «sus relaciones personales se han visto deterioradas como consecuencia de divergencias en el reparto de bienes o el pago del préstamo» que compartían, lo que estaría detrás de la acción judicial de la mujer.

Asimismo, dado que la presunta víctima de maltrato no pudo aportar testigos del episodio denunciado ni aportó indicios que corroborasen que su ex pareja la perseguía constantemente y que llegó a decirle «al final te voy a matar», la titular del Juzgado de lo Penal considera insuficiente, en este caso, la declaración de la mujer. El razonamiento es que su versión está «viciada por la existencia de relaciones o posibles móviles espurios» entre el presunto autor de los delitos y la presunta víctima. Ante la duda sobre la culpabilidad del imputado, la jueza aplica la Ley y le exculpa.

Maltrato y robo en la vivienda

Tras romper con su novia en abril de 2010, comienzan las discusiones entre ambos por el reparto de los bienes que compartían y por el pago del préstamo que abonaban a medias, según consta en la sentencia que acaba de dictar la juez. Al poco tiempo de la separación, el hombre se enfrenta a una denuncia por malos tratos en el Juzgado, pero no se ratifica, por lo que no prospera. Meses después, la mujer vuelve a acudir a los tribunales, esta vez porque afirma que su ex novio robó en su vivienda, de la que se lleva un ordenador y un equipo de música, objetos que el hombre alega le correspondieron en el reparto de propiedades tras separarse. Tampoco prospera porque el acusado aporta el listado de la división de bienes y otras pruebas. La mujer llegó a introducir un GPS en el coche que conducía su ex novio porque aseguraba que el turismo era de ella y quería saber dónde se encontraba en todo momento.

Supuestas llamadas amenazantes

La última denuncia, por amenazas de las que ahora se absuelve al procesado, está relacionada con llamadas telefónicas, «prácticamente diarias desde un número oculto», afirmó la presunta víctima de maltrato, que agregó que su ex pareja no sólo la insultaba («esto te pasa por puta y guarra, jódete, hija de...»), sino que llegó a decirle que «al final te voy a matar» para exigirle la entrega de los efectos personales. La mujer sostuvo que su ex pareja le acosaba y le seguía constantemente. Sin embargo, en el juicio, no logró aportar ningún testimonio o prueba que confirmara el comportamiento del hombre, lo que ha sido decisivo para que la juez absolviera al procesado. Él pudo verificar que recibió en dos meses 170 llamadas desde el teléfono de ella.