Los niños que acuden a guardería tienen un riesgo de entre el doble y el triple que el resto de contraer algunas de las infecciones más habituales, según los resultados de un estudio sobre los riesgos de las escuelas infantiles sobre la salud realizada por los pediatras zamoranos y premiado en la Reunión de Primavera de la Sociedad científica regional que clausuró ayer su encuentro anual en Zamora. Según explica uno de los autores del trabajo, el doctor Carlos Ochoa, el estudio consistió en analizar a los niños que acudían a revisiones pediátricas, a cuyos padres se preguntó si acudían a guardería, cuántos días y horas, si eran centros pequeños o grandes y «veíamos si tenían más riesgo fundamentalmente de infecciones agudas de tipo respiratorio (catarros, bronquitis, neumonías), de tipo digestivo (gastroenteritis), consultas e ingresos hospitalarios. «Lo que nos interesaba era no ya descubrir si la guardería era un factor de riesgo, que es evidente, sino cuantificar el riesgo», señala Ochoa.

De un 35% a un 50% de las infecciones que tienen los niños que van a la guardería se deben precisamente a que acuden a la escuela infantil. «Y globalmente para todos los niños, el conjunto de la sociedad infantil, entre un 10 y un 20% de los episodios de bronquitis, catarros, faringoamigdalitis o gastroenteritis son debidas a la guardería. Es una medida de riesgo y de impacto lo suficientemente grande como para considerarla». Con el estudio, presentado en la Reunión de Pediatras por Rosa Acedo, se pretende que autoridades, profesionales y padres tengan una herramienta con la que poder tomar decisiones, sobre todo en los casos en los que se puede optar por varias alternativas para el cuidado de los pequeños.

«Si estamos pensando en niños que tienen enfermedades pulmonares, digestivas, neurológicas crónicas, si además le añades la exposición a guarderías para estos niños puede ser incluso cuantitativamente más rentable pagarle un cuidador o buscar medidas de grupos pequeños que cuiden de ellos que el coste que suponen esas enfermedades que van a tener», señala el pediatra. «No se trata de demonizar a la guardería», aclara ni «de decir a nadie que su hijo va a tener un problema grave por llevarlo a la guardería, en absoluto, pero sí de cuantificar que eso es así, asumirlo e incluso plantear que serían rentables medidas preventivas en las guarderías como dispensadores de soluciones antisépticas para que los niños periódicamente las utilicen, esmerar la higiene, en definitiva tratando de reducir la carga de la enfermedad».

En la jornada intervino también María Luisa Martínez Frías, del Centro de Anomalías Congénitas. La experta señaló que las malformaciones afectan a entre un dos y un seis por ciento de los bebés, aunque actualmente muchos no llegan a nacer, porque al detectarse las anomalías los padres recurren al aborto. Aconsejó planificar la concepción al menos con tres meses de antelación.