El reputado arquitecto y urbanista Luis Felipe Alonso Teixidor explica las claves de la crisis urbanística esta tarde en el salón de actos de Caja España-Duero (San Torcuato, 20.15), en una conferencia organizada por el Foro Ciudadano de Zamora y el Colegio de Arquitectos. Alonso Teixidor permitirá comprobar que Zamora no es ajena a los problemas generales del país.

-Hoy analiza la crisis del urbanismo en Zamora, donde el Foro Ciudadano insiste en la excesiva dimensión del futuro Plan. ¿Se trata de un problema exclusivo de la ciudad?

-En realidad, no sólo es un problema de Zamora, sino de todo el urbanismo español en general, que afronta una seria crisis.

-¿Cuáles son las claves de esa situación?

-Por un lado, la legislación no ha sabido responder al modelo de ciudad de los noventa como sí supo hacerlo en 1956 y en 1976. Además, en los últimos veinte o veinticinco años, el epicentro se ha situado en el aprovechamiento del producto inmobiliario, donde han primado los intereses individuales sobre los generales.

-¿El crecimiento de la población en los noventa está en el origen del problema?

-Realmente no, porque también hubo un crecimiento demográfico espectacular en los años cincuenta. Aquí, la diferencia fundamental radica en la pérdida de la armonía entre el incremento de la población y el urbanístico. La sobredimensión se ha convertido en un problema general, que nos hace enfrentarnos a un despilfarro absurdo. Este fenómeno, socialmente inútil y muy preocupante, nos ha llevado a la situación económica actual y a la destrucción del territorio.

-Alude a la coyuntura económica...

-Claro, el problema es si tenemos capacidad para superar eso que en este país tenemos casi genéticamente grabado.

-¿Quiénes son los responsables de la realidad actual?

-En primer lugar, el poder que tiene competencia sobre el ámbito urbanístico, que no ha tomado decisiones para regular y pensar en las consecuencias que ahora vemos. Pero no es el único, el sistema financiero ha facilitado el cumplimiento de los deseos personales de los ciudadanos, que han entrado a formar parte de un círculo vicioso. Muchos han visto en la especulación la oportunidad de un enriquecimiento rápido.

-Ese enriquecimiento del que habla, ¿no ha demostrado ser en realidad una suerte de empobrecimiento en tiempo récord?

-No ha sido un enriquecimiento rápido para el país en su conjunto, pero sí para los particulares, aunque de forma desigual.

-Es decir, que los ciudadanos han sido corresponsables en esta situación...

-Sí, pero menos corresponsables que otros. Cuando se pone un pastel apetecible al alcance de la mano ... Es difícil contener la gula.

-¿Cómo cree que nos ven en Europa?

-Supongo que siguen pensando que España es diferente.

-Desde algunos partidos políticos se ha señalado la Ley del suelo de la era Aznar como el origen del crecimiento desmedido de las ciudades, ¿es cierto o sólo un factor más?

-Es un aspecto nada más, porque las cosas son más complejas. En realidad, la normativa de Aznar era una ley bastante cateta, porque planteaba problemas que no resolvía y tampoco daba solución a los que ya existían.

-¿Y qué opina del paisaje de las costas españolas?

-Es un aspecto más de la tragedia del urbanismo español, que ha fomentado la corrupción con consecuencias irreparables para el territorio. Ese daño irreversible ha afectado a las costas, pero también a nuestro pueblos, tan frágiles.

-La provincia de Zamora no ha sido ajena a esa realidad...

-Los pueblos españoles se han desfigurado. Es interesante darse un paseo por Francia, un país más rico, donde el cuidado de las zonas rurales es sorprendente.

-¿No han escapado a la tentación los alcaldes?

-Los ayuntamientos, con capacidad para resolver situaciones de orden urbanística, tienen su cuota de responsabilidad, pero en último caso, ésta recae en la Comunidad Autónoma.

-En las cuidades, ¿ese crecimiento debería haber estado dirigido a los barrios?

-Lo importante es que el crecimiento sea mesurado y acorde al tamaño de la ciudad, ha de apoyarse en lo que ya existe porque permite un mejor aprovechamiento de los recursos y evita sobrecostes para la administración.

-¿Cree que a nada que la banca abra el grifo caeremos de nuevo en la tentación?

-Me lo temo. Se habla mucho de un crecimiento alternativo, pero el problema es con qué. Las decisiones que se están tomando son a largo plazo y hay que preguntarse qué se va a hacer entretanto.

-Sobre el precio de la vivienda, ¿cree que bajará aún más o hay un límite?

-En el caso español, el precio ha demostrado que es resistente a la bajada, algo que no ha sucedido, por ejemplo, en Estados Unidos.

-Ahora que todas las ciudades intentan imitar al Guggenheim de Bilbao como motor económico, ¿nos recomienda un fichaje de relumbrón para hacer un gran proyecto en Zamora?

-El éxito de esas fórmulas depende de la confluencia de los astros. En Zamora ya hay ejemplos de buena arquitectura y de recuperación de espacios que son verdaderamente interesantes.

Zamora

Arquitecto, urbanista y profesor en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, Luis Felipe Alonso Teixidor atesora una enorme experiencia en instituciones y universidades españolas, europeas y de América Latina. Premio Nacional de Urbanismo en 1985 como miembro del equipo técnico de dirección del PGOU de Madrid, la relación profesional de Teixidor con la provincia se circunscribe a la dirección técnica del Plan Especial del Lago de Sanabria 1973-75. Actualmente, realiza trabajos de investigación sobre la construcción y el paisaje de los nuevos territorios urbanos.