«Si no fuera porque «Acoso», con Mikel Douglas y Demi Moore ya se filmó, éste sería un guión perfecto para rodar una película». Con esta reflexión el abogado del hombre zamorano procesado por amenazas de muerte a su ex pareja concluyó para exigir la absolución de su cliente, para quien la Fiscalía exige ocho meses de prisión y la acusación particular once. El letrado hizo especial hincapié en las «170 llamadas y los 22 mensajes» que la presunta víctima envió en dos meses al teléfono del procesado, «¿si tanto miedo le temía, cómo se explica esto?». Él sólo la telefoneó una vez. La mujer llegó a introducir un «Gps» en el coche del acusado, porque era de ella, dijo, y «quería saber dónde estaba». El abogado sostiene que la denuncia, de noviembre de 2010, es falsa y obedece a que en abril de ese año el hombre decide dejar la relación que mantenían. Al poco tiempo de la ruptura, ella le presenta una denuncia por violencia de género, que no prospera porque no la ratifica; después es una amiga de la joven quien le lleva al juzgado por una agresión, pero tampoco la confirma. En noviembre acude de nuevo al Juzgado porque le atribuye un robo en su vivienda, de la que supuestamente desaparece un ordenador y un equipo de música, objetos que el imputado alega que le correspondieron en el reparto de propiedades tras separarse. Aporta el listado y el testimonio del dueño de una tienda a la que lleva el computador para formatearlo. En la última denuncia, ese mismo mes, afirma que la ha amenazado de muerte por teléfono y una amiga lo escuchó.