La Sección de Damas de la Soledad tendrá que acatar los estatutos de la Cofradía de Jesús Nazareno por encontrarse en la actualidad en un «limbo legal», según ha explicado la presidenta de las mujeres, Rosa Nieto. «Acatamos el estatuto aprobado por el Obispado por imposición, porque ética y moralmente dejan mucho que desear», señala Nieto, que invita a quien opine que el nuevo reglamento es igualitario a «que lo lea».

Las Damas carecen de entidad jurídica, por lo que no pueden tomar parte de las decisiones que se debatan en el seno de Jesús Nazareno, una realidad que, según ha salido a la luz, las mujeres de la Sección han estado padeciendo desde su fundación, «por lo que nos hemos estado 60 años paseando, invitadas a los actos de la Junta Pro Semana Santa, pero sin ningún derecho», se lamenta Nieto.

El próximo día uno de mayo desaparecerá la Sección como tal, así como su directiva, y las Damas serán absorbidas por la Cofradía de Jesús Nazareno, a la que tendrán que entregar en esa fecha el patrimonio y los bienes que hayan acumulado durante sus más de medio siglo de existencia. «Antes del uno de mayo se hará un inventario de todo lo que tenemos para que pase a formar parte de la nueva cofradía», anunció la presidenta durante la asamblea extraordinaria celebrada ayer para informar a las Damas de los avances en el proceso de absorción.

La Sección, que lleva años intentando conseguir la independencia de Jesús Nazareno, solo ha conseguido que el Obispo les asegure que «podemos ser cofradía, pero que tenemos que presentarle una imagen y conseguir un día, porque La Soledad y el sábado por la tarde son de La Mañana», según relató Rosa Nieto, unas palabras que provocaron una oleada de críticas a lo largo de la sala donde se celebró la asamblea.

La incertidumbre ante la nueva situación que se presenta se dejó notar en las dudas que las mujeres plantearon sobre los derechos y deberes que tendrán una vez que entren a formar parte como cofrades de Jesús Nazareno. Los hábitos, la iluminación o el distintivo, son aspectos que quedarán en manos de la directiva de la nueva cofradía, algo que no ha caído bien entre las mujeres de la todavía Sección.