Las graves lesiones que sufre, entre otras daño cerebral y pérdida casi total de visión en un ojo, tras el accidente de tráfico que casi le cuesta la vida en la rotonda del Cristo de Morales le han empujado a denunciar al Ministerio de Fomento, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Zamora, así como a la empresa que ejecutó la obra para poder exigir una indemnización por daños y lesiones.

A todos ellos responsabiliza del siniestro ocurrido el uno de septiembre de 2010 por la mala señalización de la rotonda, sostiene su abogado, que ha provocado más de un accidente y las constantes quejas de los vecinos desde que se abrió al tráfico rodado. En base a esas deficiencias argumenta que si su cliente se salió de la calzada y volcó, «como tantos otros conductores en estos años», fue por las deficiencias de este tramo de la vía. Y «no por velocidad inadecuada, como asegura el informe de la Guardia Civil, no existía ni frenado» tras el incidente, añade el abogado que se ha hecho cargo del caso. Subraya que ese día había niebla y que la rotonda estaba sin iluminar «porque las administraciones no se ponían de acuerdo sobre quién tenía las competencias».

El letrado sostiene que su cliente circulaba al límite establecido, si bien el daño cerebral que padece no le permite recordar ningún detalle del accidente que le llevó hasta el talud de la glorieta a las cinco de la mañana, cuando se dirigía a trabajar. Es por ello que también tiene previsto iniciar acciones judiciales contra la Benemérita por el acta que considera errónea y que ha impedido cobrar la indemnización del seguro.

El joven conductor, de 35 años de edad que «salvó la vida por el vehículo que conducía -comprado cuatro meses atrás y en garantía-, a pesar de que los airbags no saltaron, ha visto cómo su vida, la de su esposa y su hija de tres años, ha dado un giro de ciento ochenta grados después del siniestro: «Ha tenido que cerrar la empresa, era autónomo; ha estado un mes en coma, dos hospitalizado, se quedó en silla de ruedas mucho tiempo y padece lagunas mentales». Su actividad se ha visto muy limitada, al igual que su economía que ahora depende de 426 euros que cobra. Con unos ingresos muy mermados se encuentra ahora con que «el seguro no sólo no le quiere pagar ni asume los días de baja, sino que además le ha girado la factura médica, le exige hasta los gastos de la UCI», agrega el letrado, quien explica que el joven, vecino de Zamora y cuyo nombre responde a las iniciales de M.V.A., se encuentra en una «situación desesperada y dramática».

Cuatro horas después de ocurrir este accidente, hacia las 9.00 horas de esa mañana, dos de los cuatro integrantes de una familia procedente de Asturias morían y otro resultaba herido grave al tratar de hacer la rotonda.

El vehículo también salió despedido a la altura del kilómetro 281,8 de la carretera N-630, en la primera glorieta entre Zamora y del Cristo de Morales del Vino, que tomó recta, se llevó por delante el quitamiedos, voló literalmente hasta el talud y quedó volcado sobre el techo, en presencia de bomberos que concluían las labores de rescate del herido grave durante la madrugada.

El accidente sufrido por una familia procedente de Asturias supuso las primeras dos víctimas mortales en una rotonda que había registrado más siniestros leves. A raíz del suceso, se mejoró sustancialmente la señalización de las rotondas del enlace hacia Morales.