Un pago justo. Así considera la Sociedad General de Autores de España (SGAE) el desembolso que supone para los ayuntamientos hacer frente al canon por amenizar sus fiestas con orquestas o actuaciones musicales.

Con actitud «conciliadora», la SGAE insta a las corporaciones municipales a que contemplen el derecho de autor en sus presupuestos y reserven una partida anual en la que tengan en cuenta el coste añadido de la tarifa que impone el organismo que vela por la propiedad intelectual. Asumir el desembolso por la propiedad intelectual como un servicio más de los que hay que contemplar en la organización de unas fiestas, es el deseo del colectivo de artistas, que aglutina a cerca de 100.000 autores y editores del país.

Espectáculos al aire libre, música en hospitales, clubes de jubilados, actos políticos... ni los sex shops, ni las bandas de música municipales se libran de pagar su correspondiente impuesto por la utilización de letras y partituras compuestas por los representados de la SGAE, o al menos así lo defienden desde el colectivo, que asegura que sólo solicita derechos de autor cuando el repertorio interpretado es obra original o arreglo registrado por, al menos, uno sus socios.

Desde la SGAE aseguran además, que en muchos casos la tarifa es un mínimo «casi testimonial», como en el caso de las actuaciones de bandas de música municipales, en las que se debe pagar por cada actuación en la capital 88,97 euros, un precio que se rebaja hasta los 35, 56 euros en los municipios de menos de 3.000 habitantes, mientras que hasta 15.000 habitantes el desembolso es de 53,38 euros y a partir de ahí, 71,16 euros. Las capitales de provincia van a parte en cuanto a las tarifas, aunque todas, sin distinción de tamaño, con la misma carga económica.

Los ayuntamientos, por su parte, se quejan de la presión con la que la Sociedad de Autores reclama las tarifas que no se han pagado, esta vez ya por vía judicial. Así ha sucedido en los municipios de Madridanos, Cuelgamures, Casaseca de las Chanas, Corrales, Venialbo o Fuentespreadas, que han decidido «plantar cara» y buscar la manera de evitar el pago, «que es un auténtico saqueo para las arcas municipales», según manifiestan los propios alcaldes, para los que la tasa es un «impuesto revolucionario».

Según fuentes de la SGAE, lo único que pretenden es que se paguen las deudas que se contraen y que no se acumulen y pospongan los pagos de forma de indefinida, se justifican.

El malestar de los ciudadanos por las partidas municipales que hay que destinar a los pagos de los derechos de autor comenzaron ya en los meses del verano pasado, cuando Nuevas Generaciones del Partido Popular hicieron el cálculo del dinero que tenían que abonar a la SGAE en concepto de propiedad intelectual por las actuaciones de las fiestas de San Pedro. Un total de 30.000 reclamaba entonces la Sociedad General de Autores al Ayuntamiento de Zamora por el concierto de Estopa, el de David Bustamante y el resto de espectáculos musicales. Los populares insistían en un dato, La SGAE reclamaba el 10% de todo el presupuesto de los festejos de verano de la capital, 300.000 euros.

Y de las fiestas de San Pedro a las organizadas en los barrios. En el mes de septiembre la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVE) levantaba la voz y aseguraba que los festejos corren peligro por la falta de fondos y los pagos a la SGAE. Con un presupuesto de 5.000 euros tienen que hacer frente a todos los gastos que suponga la festividad, también el canon por obras de teatro, verbenas o cine al aire libre.

Los presidentes de los distintos barrios de la capital sostienen que la normativa conlleva un coste «muy elevado» y lamentan que en zonas como la de San Frontis se dejaran de organizar actividades por las trabas administrativas que conllevaban las celebraciones populares para los vecinos.