La nueva ordenanza de convivencia ciudadana asume en torno a «la mitad» de las alegaciones presentadas durante el periodo de exposición pública, según estima el concejal de Protección Ciudadana en el Ayuntamiento de Zamora, Francisco Javier González. Entre las alegaciones figura una del propio Ayuntamiento, en concreto, del departamento municipal relativo al Plan Local sobre Drogas que aducía la posibilidad de que la ordenanza entrara en colisión con el reglamento sobre drogodependencias de Servicios Sociales. La alegación «se ha desestimado ya que no ha lugar a la confusión ya que tienen ámbitos de actuación diferentes».

A esta alegación se suma otra docena más de propuestas rubricadas por «cinco personas que suscriben las mismas alegaciones». Aquéllas que, a juicio del técnico, corresponden al «ámbito ideológico» han sido desestimadas mientras que otras «se han admitido en búsqueda del consenso ciudadano y de la seguridad jurídica». Es el caso de una alegación relativa al capítulo que aborda la actuación municipal en pasajes privados. Para evitar confusión con interiores de viviendas particulares, que es lo que plantea la propuesta, «este aspecto será aclarado o se aceptará la alegación como tal». Por su parte, la CNT ha presentado también «una alegación global a toda la ordenanza» que el técnico municipal «ha admitido al 50%», prosigue González.

La contestación de las alegaciones ha recaído en el asesor jurídico del Ayuntamiento después de que el ex intendente de la Policía Municipal de Zamora, quien inicialmente iba a asumir esta tarea, tomara rumbo a Salamanca.

La intención del equipo de Gobierno es resolver el último trámite para la aprobación de la ordenanza durante la comisión del área que tendrá lugar hoy mismo en la Casa de las Panaderas. El responsable municipal del área confía en que el texto legal se apruebe para su posterior traslado a la próxima sesión plenaria para su visto bueno definitivo.

La ordenanza ciudadana contó en su día con el único voto en contra de los concejales de Izquierda Unida, que tildan el texto de «represor y sancionador». Ante esta situación, el concejal de Protección Ciudadana apunta que «puedo incluso entender que políticamente a IU le pueda interesar ser el único grupo que se ha posicionado en contra para ganarse los votos de los grupos de ultraizquierda», remata el también portavoz del equipo de Gobierno en la institución local.