Germán Delibes de Castro, director del programa de investigación que desarrolla la Universidad de Valladolid sobre el aprovechamiento de la sal durante la prehistoria en el entorno de las lagunas de Villafáfila, impartió ayer una conferencia titulada «la explotación de la sal durante la Edad del Bronce en las lagunas de Villafáfila» en el salón de actos del Museo de Zamora.

-¿Qué importancia tenía la explotación de sal de Villafáfila en ese período?

-Las actividades para producir sal que se han detectado desde finales del tercer milenio hasta la mitad del segundo milenio son una verdadera sorpresa, casi sin parangón en la arqueología europea, ya que hay muy poca documentación al respecto. Comienza a conocerse algo ahora en la zona de los Balcanes y antes se tenía conocimiento de algo en Francia y Alemania, pero de manera mucho más fragmentaria. En Villafáfila hemos tenido la suerte de poder documentar la cadena productiva de la sal.

-¿Cómo funcionaba?

-De una manera curiosa. Por regla general las aguas salobres se suelen depositar en eras muy superficiales y es el calor del sol lo que contribuye a la evaporación y a la obtención de un sedimento de sal. Sin embargo lo que hicieron era producir fuego, situaban sobre las brasas las vasijas con la salmuera. Conforme se iba evaporando iban añadiendo y finalmente obtenían un queso, un pan de sal, que lograban al romper la vasija que contenía la salmuera. Seguramente se empaquetaría y se dedicaría en buena medida al comercio porque se producían en grandes cantidades, aunque desconocemos la cifra de kilos.

-Alude a que producían gracias al fuego. ¿Qué madera utilizaban dado que ahora no hay bosques?

-Los arqueólogos además de recuperar instrumentos, recuperamos ecofactos, documentos que nos permiten conocer cosas del medioambiente de la época. En los sedimentos se conservan pólenes en los que hemos visto, durante los mil años de ocupación de las Lagunas para esta actividad, que va evolucionando la vegetación. En un inicio hay bosques de robles y encinas que poco a poco se van abriendo para dar lugar a campos de cultivo. El resultado final es una estepa deforestada. Eso ya ocurría en el siglo XVI porque sabemos que en aquella época tenían que ir a buscar la leña para los cocederos de sal al otro lado del Esla y que la trasladan en barca.

-¿Esa sal se refinaba de alguna manera en la Edad de Bronce?

-En época medieval hablan de que en Villafáfila había molinos y ralladeros de sal para convertirla en los granos que conocemos ahora. En la época prehistórica buena parte se dedicaba al comercio. Era más cómodo transportarla en bloques. Además, contaba con la ventaja de que en función del tamaño de las vasijas les servía como medida.

-¿En la Edad de Bronce las Salinas generaron el asentamiento de población?

-Todavía no lo sabemos. Tenemos que conocer el poblamiento de la época, pero tenemos la impresión de que muy poca gente vivía alrededor de la Laguna. Nos parece que era un bien abierto y las distintas poblaciones se acercaran de fuera, la explotaran y se llevaran la producción. Eran gentes que venían únicamente a abastecerse, lo que era bastante normal en aquella época. En los indios norteamericanos hasta el siglo XIX era normal este tipo de comportamiento. Además, la sal se tenía que obtener en el verano, por lo que seguramente se explotaba exclusivamente en tiempos de cielo raso y tiempo caliente, lo que tampoco favorecía el asentamiento fijo de población.

-¿Qué características presentan los yacimientos que han excavado?

-Era una factoría, una oficina en la que explotaban la sal. Algunos de los yacimientos que hemos excavado en el invierno aparecen sumergidos, por lo que nadie viviría de manera permanente en un lugar con estas características. Tampoco sabemos si los 30 espacios de producción de sal que hemos localizado funcionaban a la vez. Es un patrimonio arqueológico inmueble de mala calidad, ya que los secaderos y los hornos están hechos con barro. Estos hallazgos los hemos localizado a un metro del suelo, los pozos a dos metros? Sería muy difícil aislarlos y mostrarlos al público. No son instalaciones muy vistosas por su carácter provisional. Esta temporalidad ha generado que en las oficinas haya muchos trozos de cerámica que se fabricarían seguramente Villafáfila.

-¿Qué sucedió con la extracción de sal desde la Edad de Bronce hasta el Medievo?

-Desde luego tuvo que tener menos importancia. Previamente al 1500 antes de Cristo no hay yacimientos, quizá por falta de demanda, quizá las rutas de circulación no eran seguras.... No se sabe. Carecemos de información. En época medieval entran en decadencia porque tienen relevancia los productores de sal marina. Villafáfila aprovisionaba a León, Astorga y Zamora, ciudades donde comienza a llegar esta sustancia de contrabando, cuyo precio era más asequible.

-En el Bronce y en el Medievo las Salinas viven un gran apogeo. ¿Qué paralelismo encuentra entre ambos períodos?

-En la época medieval se explotaba la sal en las eras, pero ya lo dice Elías Rodríguez en su libro que también había cocederos de sal como en el Bronce. Se debía de explotar en ambas épocas en el verano. En la época medieval era el único punto a 150 kilómetros a la redonda que producía de sal, un bien de primerísima necesidad para los hombres y para el ganado. Hacia el año 1200 había 40 villas en un lugar donde ahora hay seis pueblos. Villafáfila nunca tuvo tanta población como entonces.

Valladolid, 1949.

Hijo del escritor Miguel Delibes. Prehistoriador y arqueólogo español, actualmente catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid. Es uno de los mayores expertos en Calcolítico y Edad del Bronce a nivel europeo. Ha escrito e investigado sobre Paleolítico, Neolítico, Edad del Hierro así como en la Edad Antigua en la Península Ibérica. Ha publicado más de un centenar de artículos y colaboraciones en obras colectivas y más de una veintena de libros.