Pablo Silva González acaba de presentar al festival internacional «Notodofilmfest» su último cortometraje, «Forasteros», donde, imitando el formato de documental, narra una inquietante historia en poco más de tres minutos, ambientada en Andavías, el pueblo de sus abuelos.

-¿Cómo se animó a volver a participar en la novena edición del concurso de «Notodofilmfest» tras llegar hace dos años a la final con su anterior proyecto, «De pesca»?

-Mi trabajo en Telecinco me deja poco tiempo libre, tan sólo los domingos y lunes. A pesar de ello, yo quería presentarme. Y no sólo por los premios económicos del festival sino, sobre todo, porque ofrecen también unas becas muy interesantes en escuelas de cine, como la New York Film Academy.

-¿Y por qué se decantó por el formato de documental para este trabajo?

-Tenía en mente hacer algo sobre la despoblación en los pueblos y por eso me decidí por este formato. Pero al final opté por darle una vuelta de tuerca al tema, para darle un punto más divertido.

-Los actores son esenciales para darle esa credibilidad al falso documental que hay detrás de «Forasteros».

-Yo tenía en mi mente un guión e intenté que ellos se expresaran como yo quería, para darle forma a una historia de extraterrestres, aunque les preguntaba por cosas totalmente diferentes, como la posible llegada de inmigrantes al pueblo o los ataques de los lobos al ganado en sus casas, que no tiene nada que ver con el argumento. Eso le da al cortometraje mucha naturalidad y credibilidad. Además, ninguno de ellos son actores profesionales. De hecho, se trata de mis cuatro abuelos, mi padre y algún vecino del pueblo de Andavías, de donde son mis abuelos paternos.

-¿Andavías puede ser así conocido fuera de Zamora?

-Me parecía gracioso contar una historia de alienígenas en un lugar diferente, porque estamos acostumbrados a ver este tipo de argumentos en grandes ciudades, no es pequeños pueblos. Además, me hacía ilusión sacar en el cortometraje a mi pueblo.

-¿Y cuál quiere ser el trasfondo de este documental?

-Se resume muy bien en la sinopsis del cortometraje: la integración a una nueva sociedad siempre fue complicada. Mi objetivo era hacer una crítica, tanto a favor como en contra, con diferentes opiniones, sobre la introducción de nuevas culturas en una sociedad.

-¿Cuánto tiempo le llevó realizar este trabajo?

-Tuve que hacerlo en tres tardes de domingo y una mañana de lunes. Quería algo más elaborado, pero no tenía tiempo. Aun así, con poco más de tres minutos como duración máxima, tuve que dejar algunas secuencias fuera. Lo mejor fue el coste cero. Yo mismo llevaba el micrófono y la cámara, aunque también conté con la ayuda de mi hermano Daniel.

-¿En qué se inspiró ese ambiente tan particular?

-Eso lo tenía muy claro desde el principio. Quería rodar en blanco y negro para conseguir una atmósfera oscura y tenebrosa, acercándome a una estética del cine de género de ciencia ficción.

-¿Qué es lo mejor de participar en este tipo de festivales?

-Ante todo, es un escaparate enorme para darte a conocer y a menudo lo importante no es ganar, sino que tu idea llame la atención del jurado, porque la mayoría de los que participamos contamos con un presupuesto similar, muy bajo.

-¿Piensa en poder ganar algún premio con «Forasteros»?

-Lo hago principalmente porque creo que hay que tomarse esto como un hobby, no para encontrar trabajo. En este mundo no hay que tener ansiedad por ello y es mejor no obsesionarse.

-A pesar de ello, ¿tiene más proyectos en mente?

-Estoy a la espera de ayudas para sacar adelante un cortometraje que sería mucho más elaborado y más serio, junto con otro compañero. También tengo algún largometraje escrito, pero poder filmarlo es muy complicado, eso sí que sería una auténtica lotería.

Zamora, 1983

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Pontificia de Salamanca, realizó en el mismo centro un máster de Guión para Cine y Televisión. Tras formarse, tuvo que irse a buscar trabajo a Madrid, «porque en Zamora no hay salidas ni oportunidades para este sector», lamenta. En la capital, comenzó trabajando en la serie «Física o Química» de Antena 3, pero pronto recibió una oferta de Telecinco, donde trabaja en la actualidad de editor, además de compaginarlo con algún que otro trabajo como realizador por cuenta propia. Hace dos años llegó a la final del festival de cortos «Notodofilmfest» con «De pesca» y este año se ha vuelto a animar con «Forasteros», rodado en Andavías.