Seis horas menos en Caracas, la capital de Venezuela. Allí, los parlamentarios zamoranos Gustavo de Arístegui y Dionisio García Carnero y varios eurodiputados del Partido Popular acompañan al alcalde de la ciudad, Antonio Ledezma, en un recorrido por los distintos colegios electorales. Ambiente cálido y lluvias intermitentes. Normalidad en las urnas y mucha participación. Venezuela elige a su Parlamento bajo las sospechas de los opositores al presidente Chávez y la mirada atenta de los observadores internacionales.

Tan sólo han pasado unas horas desde que el diputado por Zamora, De Arístegui, haya sufrido un amago de expulsión, por unas declaraciones en las que presuntamente interfería en la campaña electoral durante la jornada de reflexión. «Nuestras discrepancias políticas» con el Gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, «no nos impiden ser absolutamente respetuosos con la Constitución de Venezuela», aseguró. Arístegui cree que el conato de expulsión «quedó en agua de borrajas» porque «les pillamos en la mentira, reventó el globo, al conseguir que se difundiera» por las agencias de noticias la llamada de un miembro del Consejo Nacional Electoral confirmando que este órgano no había propuesto ninguna sanción y por tanto la orden de expulsión partía directamente desde el Ejecutivo de Chávez. «Cuanto más tiempo pasara más clara quedaba la mentira, porque todo el mundo podía ver en you tube mis declaraciones, en las que no había transgresión de las leyes».

Arístegui y García Carnero están invitados como «acompañantes internacionales» por el partido opositor Copei (democristiano). «A la llegada a los colegios electorales la gente nos ha recibido magníficamente, está encantada, agradecida, emocionada». Arístegui no cree que sea fácil el fraude a gran escala, «una posibilidad mínima» porque la oposición ha logrado formar un núcleo de 110.000 interventores, «siete mil más que el oficialismo». Eso no quiere decir que la oposición no se haya tenido que enfrentar a dificultades e «inmensas cortapisas», con triquiñuelas como el cambio «artificioso» de las circunscripciones electorales. «Como dice el alcalde de Caracas, hay que subir al piso 40 de un edificio: la oposición sube a pie mientras los chavistas lo hacen en ascensor». Los parlamentarios prometen ser «muy claros» a la hora de denunciar posibles irregularidades en el proceso. El diputado ya estuvo en Venezuela «hace algún tiempo», en las elecciones presidenciales y desde entonces «el grado de deterioro del país es lamentable, dantesco, triste».

Con el aterrizaje prematuro en una isla caribeña junto a Venezuela en la cabeza, su compañero Dionisio García Carnero reconoce el desagrado producido por el intento de expulsión, pero niega haber sentido miedo. «Estábamos apoyados por todos los partidos de oposición a Chávez», apunta el senador popular, quien recuerda que «aquí no hablamos de partidos de derechas o de izquierdas, sino de si hay democracia o no».

Y aunque el ex presidente del PP en Zamora reconoce que la jornada electoral de ayer se ha celebrado «con mucha normalidad y participación», es escéptico con respecto a los resultados. «Estamos en el único caso de un país en el que se vota con la ayuda de una máquina que genera enormes dudas entre la población», añade. García Carnero coincide con Arístegui en que «el sistema político de este país no se parece en nada a lo que nosotros conocemos como una democracia occidental» y apunta a Rodríguez Zapatero como corresponsable, porque «incomprensiblemente apoya este régimen». El senador recuerda que tanto él como Arístegui y los tres eurodiputados españoles más un político portugués que forman la expedición popular «no venimos en nombre del Parlamento, porque el Gobierno quería designar a dedo los representantes españoles y dejar al Partido Popular al margen».

Eso sí, tanto García Carnero como sus colegas De Arístegui o el vasco Carlos Iturgaiz prometen «observar» para después «contar en nuestro país lo que hemos visto». El senador zamorano no ha dado con el presidente Hugo Chávez en esta ocasión, pero sí en anteriores viajes. «Es un personaje no muy distinto al que todo el mundo conoce a través de la televisión», asevera García Carnero, mientras prosigue su expedición con los ojos bien abiertos.

«Todo quedó en agua de borrajas porque los pillamos en la mentira, reventó el globo»

«La gente nos ha recibido encantada en los colegios electorales, está muy agradecida»

<Gustavo de Arístegui >

Diputado del PP por Zamora

«La votación se realiza a través de una máquina que genera enormes dudas en el país»

«Chávez no es muy distinto a la imagen que la gente tiene de él a través de la televisión»

<Dionisio García Carnero >

Senador del PP por Zamora