Un grupo parados que reciben formación en el centro ocupacional de Zamora forma un corrillo a las puertas del taller de mecánica de vehículos ligeros mientras esperan a que empiece su clase. Algunos fuman un cigarro y otros dan buena cuenta del bocadillo que les sirve de almuerzo mientras comentan las últimas declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. «¿Si estoy trabajando dónde está mi salario?». Esta es la interrogante que lanzan en un debate cada vez más animado para valorar las últimas declaraciones del responsable del Ejecutivo, que les excluye de la condición de parados y les cataloga como trabajadores para el país.

Lejos de cobrar un ansiado sueldo, la mayor parte de los alumnos del centro ocupacional han agotado todas las ayudas al alcance de los desempleados y dependen económicamente de sus padres, mujeres o de otros familiares. Pese su juventud, muchos de los parados que asisten a estos cursos tienen además hijos pequeños a su cargo con lo que su necesidad de encontrar un empleo es más acuciante. Por eso no les faltan ganas de aprender y de mejorar su formación. Así lo pone de manifiesto el profesor del curso de mecánica de vehículos ligeros, Ramiro Valverde, quien asegura que «ahora los alumnos ponen mucho más interés que antes». También destaca el alto índice de ocupación conseguido tras la realización de estos cursos. Por su lado, el director del centro, Felipe Cabezas, destaca que todos los programas formativos que impartimos «enseñan oficios que siempre tienen salida en el mercado». Entre las especialidades a las que pueden optar los alumnos se encuentran las de soldador, fontanero, camarero, electricista, pastelero, ayudante de cocina o promotor de turismo local, jardinero o mecánico.