Héctor Manuel Bobo de la Peña ha sido la única incorporación a la directiva del Instituto de Estudios Zamoranos «Florián de Ocampo», tras la renovación de la mitad de sus integrantes en unos comicios celebrados recientemente. Este licenciado en Derecho que hasta ahora era un socio más, pasa a ocuparse de la vocalía de Derecho y Economía del centro.

-¿Qué le impulsó a dar el paso y hacerse socio del «Florián de Ocampo»?

-Soy zamorano y había leído muchas cosas respecto al Instituto, fundamentalmente sobre cómo funcionaba y sobre los proyectos que apoya. Me parecía muy interesante que en mi ciudad hubiera una serie de personas que fomentaran la investigación y el estudio de todo lo que guarda relación con la provincia. Conocía a varios integrantes del centro y un buen día hablando con el actual vicepresidente, Miguel Gamazo, le pregunté que qué tenía que hacer para poder acceder al Instituto. Desde hace cinco años he sido un socio más.

-Desde su faceta de asociado, ¿cómo ha visto el Instituto?

-Creo que la imagen que tenía del centro se corresponde con lo que es. Se trata de una serie de personas interesadas en difundir todos los ámbitos de la cultura zamorana.

-En las últimas elecciones ha sido la única novedad en la candidatura que concurrió, pero, ¿por qué se presentó?

-Ha sido un poco de la misma manera que me hice socio. Habló conmigo el presidente del «Florián», Pedro García, quien me preguntó si podría encargarme de una vocalía. Le dije que sí, siempre y cuando no me robara demasiado tiempo debido a motivos personales. En el momento que me aseguró que no tenía que dedicarle mucho tiempo, le dije que sí sin pensarlo.

-Tiene por delante cuatro años al frente de la vocalía de Derecho y Economía, ¿qué objetivos baraja?

-En primer lugar debo de conocer exactamente las competencias que tengo en mi vocalía, ya que hace escasos días que he pasado a formar parte de la directiva. Ante todo me gustaría trabajar para poner en valor el Instituto. No me gusta el personalismo. Trabajaré codo con codo con personas muy preparadas con las que comparto responsabilidades en el «Florián».

-Desde su punto de vista, ¿qué necesita el Instituto de Estudios Zamoranos?

-Creo que precisa más interés por parte de la población. El «Florián» todavía es un desconocido para la sociedad zamorana. Creo que realmente no se conoce lo que hace. En parte la ignorancia se debe a que no valoramos lo suficiente nuestra historia, nuestro pasado... y, sobre todo, no hay ni conciencia de la importancia que ha tenido Zamora y de lo que puede ser en el futuro, puesto que nos falta confianza en nosotros mismos. Creo que en esta difusión resulta fundamental llevar a cabo actividades en las que puedan participar los ciudadanos como pueden ser conferencias. No obstante, también hay que ser realista, cuesta mucho implicar a la gente y despertar el interés entre la población.

-Algunas personas creen que el Instituto de Estudios Zamoranos está reservado a personas con cierto nivel intelectual. ¿Qué les diría?

-Creo que mi ejemplo refleja que en el Instituto están personas normales, ciudadanos de a pie, no solo "intelectuales". Yo no me considero ningún erudito. Me mueve el interés personal por difundir el conocimiento de mi provincia.

-El Instituto sobrepasa los 250 socios, y por los asistentes a las asambleas, priman los integrantes que superan los 50 años, ¿se necesita que las nuevas generaciones también se inscriban en el centro?

-Sí, desde luego. Me parece imprescindible, aunque también hay que tener en cuenta el perfil de la población que reside en Zamora. Considero que es muy enriquecedor que estén representados todos los sectores que viven en Zamora. Tengo 57 años, me considero ya maduro, y personalmente me gusta conocer el punto de vista de los más expertos y también de los jóvenes, que pueden aportar nuevos puntos de vista. Del intercambio con todos los estratos podemos conseguir tener una mayor fuerza y darnos a conocer entre la población.

-La Diputación ha mermado en 8.500 euros su aportación anual al Instituto, un 5% menos frente a su contribución de 2009. Caja España ha renovado el acuerdo de colaboración con el centro, cifrada en 30.000 euros anuales desde 1985, ¿cree que en la época actual tendrían que sumarse otros mecenas para que el «Florián» no tuviera que recortar más sus actividades?

-Por supuesto que sí. Es imprescindible que si queremos que se conozca y se profundice en nuestra historia, se aúnen los apoyos de administraciones y empresas.

Zamora, 1953

Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca. Ejerció durante un período de ocho años como abogado, aunque en la actualidad trabaja en la administración pública. Es aficionado a la historia, una pasión que le ha hecho dar el paso de estudiar esta licenciatura a través de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Uned. «El título no me interesa, sino aprender», afirma. Otra de sus grandes pasiones es el deporte. Ha sido presidente de la Asociación Montañera, ostenta la presidencia de un club de vela.