El Consulado de España en Roma, al que un matrimonio zamorano denuncia por la falta de auxilio tras sufrir el robo de su autocaravana en dicha capital, niega tal comportamiento y afirma que «se le ayudó intentando buscar un alojamiento de emergencia» en la ciudad italiana. Un servicio que únicamente se logró para «la esposa y la hija» del joven vecino de Zamora, opción que «fue rechazada por la propia esposa», agrega el responsable de este organismo, Eduardo de Laiglesia y del Rosal.

Según se desprende del comunicado remitido por De Laiglesia a este diario, para entonces policías de la Comisaría romana donde la pareja denunció el robo de su automóvil -y, con él, de todos sus efectos personales- ya había conseguido una habitación para la familia en el colegio-residencia de la orden María Inmaculada de Roma. A este respecto, el cónsul agrega que «al parecer sus gestiones con la Policía italiana le habían resultado ya satisfactorias, circunstancia de la que, por otro lado, este Consulado no puede menos que congratularse».

El cónsul afirma que personalmente «llamé a estas personas para intentar ayudarlas, sin conseguir calmarlas». El funcionario español, que dice «lamentar profundamente los malentendidos a que esta situación ha podido dar lugar», sostiene que «nuestro interés es siempre ayudar a los españoles cuando nos es posible».

El matrimonio, que cursará una denuncia ante el Gobierno español y ante el Defensor del Pueblo -como paso previo a hacerlo en los juzgados si es preciso-, describió la angustia vivida durante horas, hasta que dos policías de la Comisaría romana le ayudó a resolver una situación que calificaron de «indefensión y abandono», al no lograr que el Consulado español le atendiera. Precisamente en esa instancia fue donde le facilitaron el número de teléfono de la sede consular, donde una funcionaria, de nombre Mata, indicó a la pareja que estaba cerrado hasta el lunes y que no podían hacer nada, «que llamáramos a un familiar o a un amigo». La joven zamorana, la primera que habló con este organismo, afirmó incluso que la funcionaria le dijo que «si me estaba muriendo, que sólo estaban para los casos de muerte».

De Laiglesia, alude a que «pese a las dificultades» para localizar un lugar en el que el joven matrimonio pudiera recogerse, por estar «en plena temporada turística», «se consiguió que el Ayuntamiento de Roma ofreciera alojamiento gratuito» para la mujer y la menor de dos años.

Tras puntualizar que «dentro de las posibilidades de este Consulado» se trató de dar una respuesta a la pareja, su responsable puntualiza que «deseo hacer constar que la descripción de los hechos» relatados por el matrimonio zamorano «no responden exactamente a la realidad y que desde este Consulado se les ayudó».

En el escrito firmado por De Laiglesia y del Rosal justifica ese interés con la llamada que le hizo la funcionaria Mata, «responsable ese día», 10 de septiembre, «de las emergencias consulares, ante la actitud nerviosa» de la joven zamorana «(«tú no sabes quién soy yo», llegó a decir en dos ocasiones), quizás comprensible dada la situación», prosigue el comunicado. La pareja pudo regresar a España con la ayuda de los policías italianos, que les facilitaron el lugar donde pasar la noche, sin que se les cobrara por la estancia, y el traslado en taxi por un precio módico hasta el aeropuerto para volver. El matrimonio y su hija de dos años se vieron «en la calle y con cien euros en el bolsillo» a las seis de la tarde, tras sufrir el robo.