La pasión por el baile no deja de aumentar día tras día entre los más jóvenes de Zamora. Prueba de ello es que acaba de nacer una nueva formación de baile, que responde al nombre de «The Lost Urban Crew», lo que se traduce al español como, «La banda urbana perdida».

En la actualidad el grupo está compuesto por seis miembros, de los cuales cuatro son chicas y dos chicos, las edades de los bailarines están comprendidas entre los 17 y 22 años de edad.

Los componentes no se centran en un determinado estilo, sino que intentan fusionar varios que van desde el «hip hop», «funky», «house» o «popping», entre otras formas, comenta Alfonso Martínez, miembro del grupo que, «no queremos un estilo concreto, no nos cerramos a nada, lo que buscamos es que el espectador no sepa lo que va a pasar a lo largo de la actuación».

El grupo surgió un poco por cuestiones del azar, la mayoría se conocieron tomando clases de baile, y a principio del verano decidieron dar el salto y formarse en un grupo para hacer lo que más les gusta, que es bailar, en un principio el grupo estaba compuesto por cuatro personas, en la actualidad no se cierran a poder incorporar a más personas, «el número ideal de bailarines sería entre 8 o 12 personas», comenta Cora Luis, una de las componentes del grupo.

A través de la ropa quieren también mostrar su propio estilo, al que denominan como «callejero», que llame la atención a través de ropa deportiva, pantalones anchos o zapatillas anchas. No quieren pasar desapercibidos a la hora de marcarse los pasos de baile, aunque para cada coreografía tienen un tipo de vestuario determinado, según el tipo de actuación.

Otro de los puntos fuertes es a la hora de elegir las canciones que quieren representar, que van desde música pop, rap o electrónica, «nos solemos decantar por canciones que son conocidas por la gran mayoría, puesto que queremos hacerlos participes también de la actuación», explica Cora Luis.

«El baile es muy sacrificado, todos los días le debes dedicar un par de hora, bien sea todos juntos o en casa, por lo general quedamos a enseñar todos los días todos juntos una hora al día y después cada uno de manera particular, en mi caso entre dos y tres horas diarias, para tener una base y que no estemos todos descompasados, ya que sino hace que vayamos más lentos y repercute en el resto», índica, Alfonso Martínez.

Aunque el grupo tiene un local en el que poder ensañar las coreografías de sus pasos de baile, ellos donde más cómodos se sienten bailando es en plena calle con un radio cassette, y los lugares favoritos para ensañar a la vista de todos son los parques, en concreto el de León Felipe.

Si por algo se caracteriza el grupo es por el bajo presupuesto con el que cuentan y como casi todo el dinero lo deben poner de su propio bolsillo para que puedan salir adelante las actuaciones, ya que ellos son los que se encargan de comprar los complementos necesarios o de buscar los locales para actuar.

«Es muy difícil hacerse una carrera como bailarín en Zamora, porque no tiene una escuela de baile donde uno se pueda formar como bailarín de manera profesional tiene que salirse fuera. Nadie puede vivir del baile en Zamora, la mayoría lo ven como un pasatiempo», explica Cora Luis.

Otra de las componentes del grupo Nicole Ranilla, que se ha presentado a las pruebas de selección para el concurso de televisión «Fama», los nervios le jugaron una mala pasada que hicieron que en una de las fases se pusiera nerviosa y no pudiera continuar, pero no descarta que para el próximo año se vuelva a presentar, por eso va a dedicarse a seguir formándose para seguir aprendiendo.

La formación ya ha realizado una actuación de baile en Portugal, y en los próximos días llevarán el estilo zamorano a Madrid a una gala benéfica, y en la actualidad se encuentran cerrando varios compromisos en locales de fiesta de la ciudad de Zamora.

Muchos ven el baile como una forma de ocio, pero para unos cuantos va más allá y lo consideran un estilo de vidaa.