Los seis amigos han logrado transmitir en estos meses su ilusión de participar en la singular prueba que acoge Vigo a todos los vecinos de Burganes de Valverde. «En el pueblo hay una revolución que no veas», reconoce Alfredo. «Comenzaron a ver el coche sólo con la estructura de hierro y la gente se ha ido interesando y se acerca a ver cómo lo llevamos», añade.

De hecho, las pruebas de velocidad de la «bujía loca» por las cuestas del pueblo se han convertido en todo un acontecimiento y con óptimos resultados. «Todo va según lo esperado, el coche responde muy bien y es muy duro», asegura.

El piloto del original vehículo ya está decidido. «Será David, el más loco de todos, a quien más le gusta la velocidad», anuncia su amigo Alfredo. Rubén le acompañará de copiloto y otros dos serán los encargados de empujar el coche por la rampa de inicio del circuito Red Bull de Vigo.

Entre todos los amigos han conseguido crear un buen equipo, cada uno con su aportación. Así, Alfredo se ha dedicado más al diseño del modelo, con las ideas del resto, mientras que Rubén, con estudios de Mecánica, se ha encargado de hacerlo realidad. Los seis han arrimado el hombro. «Ha habido mucha colaboración de todos, pasando días y noches en el taller de Rubén, donde las horas volaban».

Con todo a punto y a falta casi tan solo de pintar el vehículo, en su mayoría de color gris plata, con los alerones rojos, los seis amigos ultiman también los preparativos para llevar su invento, desmontado en tres partes, de viaje hasta Vigo. Allí no estarán solos, porque muchos conocidos y vecinos han decidido acompañarlos para disfrutar, junto a ellos, de esta divertida experiencia.