-La ministra de Cultura anunció 300.000 euros para la Muralla de Zamora. ¿Algo es algo?

-Nos gustaría que igual que nos responsabilizamos del patrimonio hubiera otras instituciones a la hora de invertir. La muralla es suya y hay que mantenerla, porque se puede llegar a caer en algunos puntos. Los euros del Ministerio están bien, pero es insuficiente.

-¿Las obras del puente van demasiado lentas?

-Sabíamos que era una zona de alta protección arqueológica y de hecho han aparecido restos cerámicos fundamentales que nos permitirán conocer mejor la historia y el origen de nuestra ciudad. Ya hay gente trabajando allí, sacando los restos y limpiándolos con el pincel. Esto no va a significar ningún retraso. A la vez ya tenemos la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero para construir las isletas que nos van a permitir actuar directamente sobre el puente, no solo sobre los viales. Pronto veremos las máquinas entrando en el río.

-Se habla mucho de los recortes presupuestarios del Gobierno, pero ¿también la Junta va a «meter la tijera»?

-Hemos hecho una política de austeridad, el año que viene va a ser mayor y va a afectar a todos los ámbitos en la Junta, pero con la máxima prioridad de mantener los servicios en sanidad, educación y servicios sociales, pilares básicos de la calidad de vida de los zamoranos y castellano leoneses.

-¿Caminamos hacia una convergencia en la región, Castilla y León va a dos velocidades?

-Fuera de los puntos rojos, que los hay, yo creo que tendemos a la convergencia. Los pesimistas dicen que la provincia está peor que nunca, pero es mentira, no pasean por nuestros pueblos. Los niveles de renta cada vez se van elevando más. Más que hablar de provincia habría que hablar de zonas y hay que tener políticas de convergencia en algunas comarcas como pueden ser Aliste, Sayago o Sanabria, la zona de la raya en las que tenemos que hacer, como determina el estatuto, una política de convergencia.

-¿Hacen suficiente con las políticas activas de empleo para solventar el paro?

-Cuando a alguien que está en el paro le decimos que tenemos políticas activas de empleo puede pensar, «bueno, están haciendo muchas cosas, pero yo sigo en el paro». A través del plan de convergencia, junto con los ayuntamientos, se ha llegado prácticamente a los 900 contratos entre cuatro y seis meses, pero no son cifras, son personas. Un problema es la baja cualificación de los parados, y eso se resuelve con formación de la Junta o los agentes sociales. Pero no podemos pretender colocar a los 13.000 parados de Zamora desde las instituciones, sino apoyando a autónomos y pequeñas empresas e intentando que se instalen las grandes. La mejor política social es que todo el mundo tenga trabajo.

-¿Comparte las críticas de los empresarios de Zamora por el hecho de que no se les adjudiquen obras importantes, como la del Hospital Provincial?

-Nos gusta que se adjudiquen obras a empresas de Zamora, pero la ley no nos permite discriminaciones positivas, dar más puntos por el hecho de que una empresa sea de aquí. La del Hospital es una obra importante que siempre necesitará subcontratas o empresas de apoyo.

-¿El ambicioso plan de carreteras autonómicas es viable en estos tiempos de crisis?

-Hemos hecho una buena labor con la carreteras acabadas o a punto, como la de Villalcampo o la variante de Fuentesaúco. Sin embargo, algunas están paradas por la crisis, no porque la Junta lo pretenda, sino porque cuando una empresa entra en suspensión de pagos la consecuencia directa es que la obra queda completamente parada. Pongo el ejemplo de la Coreses a Molacillos que la tenía una empresa, entró en suspensión de pagos y hoy no somos todavía capaces de arrancarla de nuevo, porque no es fácil rescindir el contrato.

-Hablando de paralizaciones, ¿el Palacio de Congresos?

-Hay que liquidar lo que está hecho, volver a desarrollar el proyecto y habrá desde luego que volver a sacarla a licitación.