Las asociaciones vecinales coinciden en señalar las dificultades con las que se encuentran cada año para celebrar las fiestas populares en sus barrios, la principal actividad de cuya organización son responsables. Al presupuesto cada vez más reducido con el que cuentan para el ejercicio -de 5.000 euros anuales con carácter general- se suman los requisitos legales marcados por las diferentes administraciones, que limitan la celebración de una parte de las actividades y encarecen otras «de una forma muy importante», según manifiesta la Federación de Asociaciones de Vecinos. De hecho, el barrio de San Frontis renunció hace tres años a organizar celebraciones populares por las trabas legales a las que se enfrentaban.

Así, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Jesús de la Concepción, cree que una parte de las obligaciones a las que se enfrentan los colectivos «son ilógicas», pero el desembolso que originan sí es importante. Se refiere a cuestiones como la obligación de instalar urinarios químicos en concentraciones de más de 250 personas, las inspecciones para determinadas actividades o el canon que han de pagar los colectivos a la Sociedad General de Autores por la celebración de orquestas o sesiones de teatro «aunque no exista afán de lucro y ni siquiera se cobre entrada». «Cada vez que organizas cualquier cosa, ya hay alguien para pasarte la correspondiente receta», se queja De la Concepción, en su calidad de responsable de la asociación San Esteban de La Lana.

Este tipo de cuestiones llevaron al barrio de San Frontis a dejar de organizar las fiestas populares tal y como las hacían hasta la fecha. «Hace unos días, tuvimos una reunión con asociaciones de toda Castilla y León y quedó claro que Zamora es el único sitio donde se aplica una normativa tan dura con los barrios, algo que ni siquiera cumplen los ayuntamientos de los pueblos», denuncia su presidente, Jacinto Herrero Magarzo. «Mientras nos exijan cumplir estos trámites, dejamos la organización de las fiestas en manos de quien quiera hacerlo», añade el responsable de San Frontis.

El barrio por excelencia en la organización de celebraciones multitudinarias es San José Obrero, que congrega todos los años a miles de vecinos en las fiestas más importantes de la capital tras las de San Pedro. Esa experiencia les sirve para afirmar de forma rotunda que «si el Ayuntamiento no se hiciera cargo de parte del coste que originan las medidas, nuestras fiestas se verían muy mermadas y en otros sitios son inviables», explica Carlos Baz, responsable del colectivo.

Precisamente, el caso de San José Obrero es especial por el número de socios de que dispone la asociación, más de mil, y la implicación de los vecinos en el pago de las cuotas. «Nosotros tenemos unas condiciones muy especiales y no podemos compararnos con el resto», admite Baz, quien recuerda que «con la entrada en vigor de nuevos requisitos legales, protestamos y se llegó al acuerdo de que el Ayuntamiento asumiera parte de los gastos».

En cualquier caso, las asociaciones vecinales son más comprensivas cuando los requisitos refuerzan la seguridad en las celebraciones. Mucho menos contentos se muestran hacia el canon que exige la Sociedad General de Autores cuando organizan algún tipo de acto cultural. «No podemos entender cómo algunas veces se cobra una tasa de cien euros cuando se interpreta una obra de teatro en una sala pública y sin cobrar entrada», expresa Jesús de la Concepción, quien advierte que «sólo entendemos que se haga cuando hay taquilla o se trata de negocios, pero no en nuestro caso, donde el objetivo es la difusión cultural».

En el caso de los derechos de autor, la contratación de orquestas se encarece en un 7%. Pero, como advierten los colectivos, también hay tasas para otros actos. En el caso del teatro, algunas de las obras -según el deseo del autor- han de abonar un mínimo de 95 euros, mientras que los derechos de charangas y actividades similares dependen de la población en la que se desarrollen.

«Zamora es el único sitio donde las asociaciones tienen que cumplir una normativa tan dura»

<Jacinto Herrero Magarzo >

Presidente de San Frontis

«Cada vez que organizamos algo, viene la persona correspondiente a pasarnos la receta»

<Jesús de la Concepción >

Presidente de la FAVE

«Si el Ayuntamiento no costeara parte de lo que nos piden, las fiestas serían inviables»

<Carlos Baz >

Responsable de San José Obrero