Con varias flautas «y el tamboril pequeño» en la maleta, Alberto Jambrina tomó rumbo a Gloucester, Inglaterra, para participar en el Festival Internacional de flauta y tamboril que tuvo lugar durante el mes de agosto en la ciudad inglesa.

Ritmos, instrumentos y músicos de todo el mundo se dieron cita durante una semana en un encuentro en el que el zamorano era el único representante español, «aunque los instrumentos que abordamos eran los mismos, la flauta y el tamboril, les llamó mucho la atención nuestra escala, más antigua y más corta que la que tienen allí», señala el coordinador de la Escuela de Folclore del Consorcio de Música de Zamora. Las armonías y las canciones tradicionales de la zona de Zamora, León y Salamanca sonaron con muy buena acogida entre artistas y compositores de todo el mundo, «donde no tienen los ritmos de charro, brincao o las jotas repicadas que a nosotros nos resultan tan familiares, a ellos les ha llamado mucho la atención y les ha parecido muy interesante», señala Jambrina. Tanto, que aunque no estaba previsto, el músico impartió un taller sobre ritmos de tamboril, en el que aprovechó para explicar la técnica para repicar mejor el tambor.

En la calle, en las iglesias, en ciudades o en pueblos... cualquier lugar era adecuado para desplegar el arte universal de la música, mientras que los artistas pudieron deleitar con sus ritmos tanto a los interesados, como a los que luego lo fueron cuando se toparon, por casualidad, con Alberto Jambrina usando su flauta y su tamboril en la puerta de la catedral de Gloucester. El festival, organizado por The Taborers Society, fue todo un escaparate de instrumentos y canciones distintas, en el que participaron como conferenciantes un total de nueve músicos internacionales y muchos más que acudieron para imprimir su particular formar de entonar las canciones tradicionales de su tierra.

El músico zamorano, profesor además del instituto Río Duero de la capital, no permitió que su música fuera escuchada tan solo por los asistentes al festival, o por los afortunados a los que su música les asaltó en plena calle. Los micrófonos de la emisora de radio británica BBC se abrieron para Alberto Jambrina, que aprovechó para hacer un adelanto del concierto que ofrecería al día siguiente.

Toda Inglaterra sabe ya cómo suena Zamora sin dejar indiferente a nadie. El viaje de Alberto, sus flautas y su tamboril, ha merecido sin duda la pena.