Un chupete, un helicóptero, un paraguas, unos labios, un globo, una pluma, una flor, un pulpo, un robot y hasta un total de 48 propuestas diferentes componen la baraja diseñada por Víctor Fontanillo, conocido profesionalmente como el mago Lunio.

La afición al arte de la prestidigitación surgió en este zamorano a través de su admiración por Juan Tamariz. «Recuerdo que hice un coleccionable de este mago cuando sólo tenía unos nueve años», concreta el joven que profesionalmente ha desarrollado su carrera en Cataluña.

Desde hace varios años al mago Lunio los números que realizaba con la baraja francesa no le acaban de convencer. «Me parecía que estas cartas carecían de fuerza visual». «Deseaba realizar mis propuestas con naipes más atractivos», por lo que comenzó a idear nuevos diseños para los cartones.

Inicialmente pensó en utilizar como palos los elementos de la naturaleza, agua, fuego, tierra y viento, pero «era muy complicado representarlos», asevera. Finalmente optó por efectuar una correspondencia. Así la luna representa el agua, el corazón, al aire, mientras que la estrella guarda semejanza con el fuego y la casa, con la tierra. En el mazo resultante las cartas están agrupadas en los palos de lunas, corazones, casas y estrellas, con números del uno al doce con la particularidad de que el naipe primero es una «A» con dibujos de una luna, un corazón, una casa y una estrella, y las tres últimas corresponden a la «X», la «Y» y la «Z» «como el abecedario», explica el mago Lunio. El resto tienen en el centro una silueta que representa un elemento de la vida reconocible. «Los doses los autos, con un barco, un helicóptero, un monociclo y un coche o los treses, las etapas de la vida, a través de un chupete, una trompeta, un huevo y un reloj que representan el nacer, crecer, la reproducción y la muerte», resume el mago Lunio. Además, cada figura tiene el símbolo de su palo tantas veces como el valor de la carta «a veces de manera visible y en otros casos hay que buscarlo», certifica el creador del mazo de «Luces y sombras».

Hasta que la baraja ha visto la luz, el joven zamorano ha diseñado muchas alternativas. «Primero las hice a mano con mazos que venden con el dorso en blanco. Diseñé cada carta de manera muy detallada y paulatinamente la propuesta ha ido cambiando», apunta Fontanillo.

En el anverso el mago Lunio ha recopilado los elementos de los palos, aunque «la casa está representada por un bastón, aparece el sombrero de mago y una gota doblada, que supone el símbolo de Lunio así como los dos comodines», describe el autor de la singular baraja que está teniendo «muy buena acogida en los puntos de venta porque rompe con lo existente tanto por los dibujos como por las posibilidades de nuevos juegos que ofrece», sentencia el mago que en Barcelona practica magia con líquidos, botellas y comida.