Jaqueline Carvalho, con tan sólo 26 años, lleva más de veinte encima de los escenarios. Con tan sólo nueve años ganó uno de los festivales de fados más famosos de Portugal en el que Amalia Rodrigues fue la encargada de entregárselo. En 2009 puso a la venta su primer disco,

-¿Qué siente una niña de nueve años cuando Amalia Rodrigues le entrega un premio?

-Esa imagen nunca se me va poder borrar de la cabeza. Un privilegio, con el paso de los años lo recuerdo como uno de los momentos más gratificantes de mi vida.

-¿Se puede vivir de la música?

-Para una artista joven es muy complicado, sólo las grandes figuras logran vivir de la canción. En mi caso trabajo en una casa de fados en Lisboa, pero sino es por que mi marido tiene un buen trabajo, con lo que allí ganó no podría mantenerme.

-¿Cuáles son los canales que usas para promocionarte como artista?

-Principalmente por mis actuaciones en la casa de fados en donde actúo alrededor de cuatro veces por semana, y donde vendo mi disco. También me apoyo de las redes sociales, ya que es donde más te puedes a dar a conocer entre los jóvenes, que es el medio que usan.

-¿Qué se siente al actuar en Zamora?

-Es la primera vez que actúo en el extranjero, todo un privilegio sin duda por la gran tradición que hay por la música portuguesa.

-¿Cómo describiría un fado a una persona que lo desconoce?

-Es un sentimiento. Cuando me encuentro interpretando una canción les estoy transmitiendo mi estado del alma. Por mis venas a parte de correr sangre también lo hace el fado.