Es uno de los cursos con bastante éxito que propone el Museo Etnográfico puesto que las plazas se llenan sin apenas dificultad, llegando al tope máximo de 30 alumnos, aunque en esta edición tan sólo lo están realizando doce participantes, puesto que muchos aún se encuentran en sus puestos de trabajo y los que se encuentran de vacaciones se deben de hacer cargo del cuidado de los hijos.