Viernes por la noche en el casco antiguo. Quedas con los amigos, vas a tomar algo con unos familiares, paseas agarrado de la mano de tu pareja. En la plaza de Viriato suena la música: es el III Festival de Jazz Ciudad de Zamora que se inauguró con la actuación de «Irene Aranda Trío».

Más de mil personas entre zamoranos y turistas asistieron al espectáculo enmarcado en el programa cultural Días y Noches de Verano 2010 que comenzó el viernes por la noche.

La joven teclista, que nació en Jaén y estudió en Granada, da nombre al grupo y estuvo acompañada en la función por Matt Backer al contrabajo y Marco Zanoli en la batería.

El Ayuntamiento había instalado mil sillas y aún hubo gente que se quedó de pie. Los intereses del público eran variados: desde amantes del jazz hasta personas que simplemente pasaban por allí, sin olvidar a los turistas; muchos de ellos fueron informados en la Oficina de Turismo, mientras que otros simplemente encontraron el escenario de manera aleatoria mientras paseaban por el casco histórico.

«Hubo lleno absoluto, pero ya no nos sorprende porque es lo habitual», aseguró Luis Javier Alonso, concejal de Cultura, Turismo y Promoción de la Ciudad, quien también destacó que «Lo mejor es el ambiente por la luz que se crea en la plaza».

La artista aseguró que el público se portó bien y que se sintió «muy cómoda». Irene Aranda nació en el seno de una familia de músicos, por lo que, desde muy pequeña, mostró aptitudes para continuar con la tradición familiar. Comenzó su formación a los siete años y en sus inicios el aprendizaje fue autodidacta. Estudió el grado medio en el Conservatorio Profesional de Música de Jaén y el título de piano y solfeo en el Conservatorio Superior de Música de Granada.

Sus melodías se caracterizan por la creatividad y la improvisación, algo muy propio de este género. Su interés por el jazz va más allá de la composición y ha realizado investigaciones en este campo con la Big Band del Conservatorio jienense donde estudió.

Tras su actuación recibió una obra de arte como recuerdo de la ciudad. Este obsequio se da a todos los participantes y se trata de una escultura realizada por el zamorano Aquilino Ramos. Concretamente es una arborescencia tallada en acero patinado que evoca las ramas de los árboles que hay en la emblemática plaza donde se celebran los conciertos.

El verano pasado más de 8.000 asistentes de distintos puntos del mundo acudieron a las Noches de Viriato, una cifra que pretende superarse en base a los últimos datos recogidos en la Oficina de Turismo en junio. En dicho mes, el número de visitantes ha aumentado considerablemente, destacando la visita de un 25% más de extranjeros.

El número de actuaciones, por su parte, se ha visto reducida a la mitad con respecto al certamen anterior con el fin de «intentar equilibrar la producción de actividades con la nueva situación económica. Esto no va a afectar a la dinamización de la actividad cultural en verano ni en la calidad», afirma Alonso.

El área responsable de la programación Días y Noches de Verano es la Sociedad de Turismo de Zamora junto al Consistorio de la ciudad, los cuales han desarrollado previamente una canalización y distribución de información a través de touroperadores, portales de Internet relacionados con el turismo y páginas web (tanto especializadas en jazz como de música en general) con el fin de que la tercera edición de este festival se conozca más allá de las fronteras zamoranas.

El III Festival de Jazz se celebra cada viernes desde ayer, 16 de julio hasta el próximo 13 de agosto, en la plaza de Viriato. Las actuaciones, que son gratuitas, comienzan a las 22.30 horas y combinan artistas nacionales con músicos de fuera de España.

El jazz es un género musical derivado de melodías de las personas de color estadounidenses, que se caracteriza por ser a menudo improvisado y por tener un ritmo muy marcado. La siguiente cita con estos sonidos tendrá lugar la próxima semana. «Óscar Pérez Group» dará su concierto el viernes y aunque suele ser un cuarteto, el próximo 23 de julio la formación contará con la colaboración del maestro Elio Martín, gran guitarrista de jazz. Sonarán boleros, pop, funky y hasta algún tema propio, todo ello sin desviarse del estilo del Festival.