La Vespa ha marcado «una forma de vivir» y representa la «búsqueda de la libertad y la diversión» señala Rodrigo Villar, vice presidente de la Asociación de Vespas de Zamora quienes organizaron el encuentro al que asistieron usuarios de Valladolid y Salamanca. «Han acudido propietarios de Vespas clásicas de la década de 1950 o 1960 restauradas pero también algunos con motos del 2010 porque ésta es una marca que ha evolucionado».

Tras recorrer algunas calles del casco histórico de la ciudad los participantes hicieron una ruta visitando Gáname, Moralina, Pino del Oro, Carbajales y La Hiniesta.