Con el conocimiento de la realidad y la mezcla de culturas que ofrece nacer en un país Europeo bajo la cultura musulmana, el joven Amin Azmani ha participado en el foro «Religión y convivencia en las aulas» organizado por Juventudes Socialistas de Zamora y la asociación de estudiantes universitaria Movimiento de Alumnos Socialistas (MAS), en el Campus Viriato de la capital. Firme defensor de la laicidad en la educación, aboga sin embargo por la libertad individual de vestir con los símbolos que «cada uno crea oportuno», entre ellos, el polémico velo.

-¿Cómo ve desde su condición de musulmán practicante toda la polémica suscitada por la expulsión del instituto de una niña por llevar velo?

-El tema sin duda se ha exagerado, y además, normalmente las polémicas no son generalizadas. Desde mi punto de vista el centro educativo tenía que haber reaccionado de otra manera, y haber hecho prevalecer el derecho a la educación para la joven estudiante por encima de las creencias.

-¿El hecho de que la mujer se cubra la cabeza con un pañuelo es una elección o una manera de someter al sexo femenino?

-A veces se tiende a confundir y ver solo una parte de la interpretación que se hace sobre el velo y es que hay que verlo desde cuatro vertientes. Una son las jóvenes musulmanas que se lo ponen por una creencia religiosa, hay quien lo viste por un tema cultural, por buscar una identidad y también mujeres europeas o musulmanas que lo utilizan como un elemento de reivindicación de su carácter feminista y su identidad musulmana en Europa. Luego, por desgracia también está las que se lo colocan por una imposición del hombre o el entorno familiar. Las tres primeras hay que tratarlas con respeto y tolerancia, porque son instrumentos del Estado español del que nos hemos dotado y hay que poner en práctica. En cuanto a la última, es condenable y hay que luchar contra ella desde la formación, la educación y nunca desde la tensión.

-¿«El Corán» obliga a la utilización del velo?

-No, eso no es cierto. En «El Corán» solo se dictamina que las musulmanas no enseñen sus partes sexuales y que se vistan con decencia, y es bien sabido que el concepto de decencia ha variado mucho. Luego hay países que hacen interpretaciones que en muchas ocasiones llevan al extremo la religión, pero eso no ocurre en España. Afganistán hace la interpretación de que la mujer tiene que ir tapada de pies a cabeza, y para mí eso es una aberración que nada tiene que ver con la religión musulmana. Esperemos que el avance de la sociedad y la educación hagan superar ese tipo de visión retrógrada de las mujeres. En España tenemos que congratularnos de que el llamado problema del velo solo haya surgido en situaciones concretas y esporádicas, por lo que no se puede hablar de problema como tal.

-España es un Estado aconfesional, sin embargo, las religiones sí están presentes en las aulas. ¿Cómo influye esta realidad en los alumnos?

-Supuestamente estamos en la antesala del laicismo y digo supuestamente porque a veces no es así. Tristemente las confesiones están muy presentes en lo público, toma de posesiones, misas oficiales, crucifijos en las aulas, asignaturas de religión, etc. Esta presencia de lo confesional en lo público pone en riesgo la convivencia y el intercambio entre alumnos de diferentes orígenes.

-¿Para usted debe prevalecer la libertad de educación frente a la religiosa?

-Sin duda alguna. No es comprensible que el Estado español tenga un acuerdo con la comunidad musulmana y la católica e incluso prevalezca el derecho a la práctica religiosa por encima del derecho a la educación. Si el instituto donde esta niña estudió hubiese tratado el asunto de otra manera, desde la tolerancia y flexibilidad probablemente no se hubiera generado la polémica que se ha generado, creo que ha sido contraproducente. Yo abogo por el laicismo en el sistema educativo, las religiones deben salir fuera de las escuelas, otra cosa son las historias de las religiones, que creo es necesario que los alumnos conozcan, pero la enseñanza de la religión compete únicamente a las instituciones religiosas, iglesias, sinagogas, mezquitas, etc.

-Aún así defiende la libertad individual para vestir velo en la escuela, pero en ocasiones choca con las normas internas de los centros educativos. ¿No cree que podría ser un caos si todas las identidades exigieran llevar al instituto sus símbolos, sus gorras en la cabeza, etc.?

-Para mí el caos es que los alumnos no vayan al centro educativo porque se les impide ir vestidos de determinada manera. Una norma de un reglamento interno no puede estar por encima del derecho a la educación y una alumna lleve el pañuelo o no debe estar escolarizada. Llevar un crucifijo, la kipá judía o el velo ,compete al ámbito más personal e intransferible.

Melilla (1983)

Amin Azmani es el mayor de cuatro hermanos de una famlia musulmana afincada en Meililla que en la actualidad cursa Gestión y Administración Pública en la Escuela Universitaria de su ciudad. El compromiso con los «valores que inspiran la paz y la solidaridad» le ha llevado a «poner en práctica» sus ideales militando en en el Partido Socialista. Militante de Juventudes Socialistas desde el año 1999, ocupa los cargos de secretario general, secretario de Participación Social, Diversidad e Interculturalidad y es coodinador del Grupo Federal Árabe Socialista del PSOE. Es también diputado local en la Asamblea de la Ciudad Autónoma de Melilla.