El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha aprobado la licitación de los estudios informativos de tres accesos a la capital, que se desdoblarán en las principales vías de entrada y salida de la ciudad por carreteras autonómicas, las conocidas popularmente como carretera de Bermillo, Moraleja del Vino y Villalpando. Los desdoblamientos de estas vías estaban previstos en el Plan de Carreteras de la Junta y afectan a un trazado total de diez kilómetros, con una inversión de veinte millones de euros. Se trata de tramos que registran la circulación de gran cantidad de vehículos, y de hecho, todos ellos superan los dos mil automóviles diarios.

El primero de los tramos es el de la CL-527, la carretera de Bermillo, que se desdoblará desde la capital hasta la confluencia con la ZA-330, aproximadamente a la altura del desvío del polígono de Los Llanos. El trazado tiene cuatro kilómetros de longitud y el presupuesto de inversión asciende a ocho millones de euros. El segundo es el tramo de la CL-605 que discurre entre la capital y el cruce con la ZA-610 -exactamente la rotonda hacia Moraleja, Villaralbo y Arcenillas-. En este caso son tres kilómetros de longitud y la inversión asciende a seis millones de euros. Se trata del tramo con mayor intensidad de tráfico de toda la red autonómica en la provincia de Zamora.

El tercero de los desdoblamientos afecta a la CL-612, en un tramo de tres kilómetros desde la capital en dirección a Villalpando. Esta entrada a la ciudad ha experimentado últimamente obras de adecuación de aceras y seguramente sea el trazado con más dificultades, debido a la gran cantidad de naves industriales que se alinean en sus márgenes en el extrarradio de Zamora.

A los nuevos accesos, únicos tramos de nuevas autovías que contempla el Plan de Carreteras para la red regional en la provincia de Zamora, había que sumar los que afectan al nuevo puente urbano sobre el río Duero, la obra que va más avanzada, puesto que ya está en ejecución.