Las actuaciones contempladas en la veintena de iglesias románicas de la capital para poner en valor el patrimonio zamorano continúan dando sus frutos, el último de ellos, en la iglesia del Espíritu Santo. En el momento actual, la actuación se desarrolla en el interior de la sacristía, cuya cubierta se desmontó para bajar su pendiente y poder recuperar la visión de los canecillos en la fachada norte. Se trata de pequeñas obras de arte para sustentar los aleros del tejado y mostrar escenas cotidianas de la sociedad de la época.

Las obras ejecutadas en la iglesia del Espíritu Santo en el marco del programa cultural «Zamora Románica» han supuesto el descubrimiento de una ventana saetera desconocida datada en el siglo XIII y que permanecía oculta en el muro septentrional del templo, ubicado a la entrada del barrio del mismo nombre. Aunque a priori todo apuntaba a que se trataba de un sencillo vano cegado, el resultado fue otro tras la retirada de los sillares que ocultaban este resto. La ventana tiene perfil de arco mixtilíneo hacia la sacristía, perfectamente simétrico, y un amplio abocinamiento -ensanchamiento- hacia el presbiterio.

El alcance de los descubrimientos fue reconocido ayer por el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, y la alcaldesa, Rosa Valdeón, quienes visitaron los resultados de los trabajos en compañía de representantes del Obispado y de la Fundación Rei Afonso Henriques y dirigidos por el director de la oficina técnica del plan, Fernando Pérez. Castro insistió en «la importancia» de que las administraciones realicen inversiones de este calado «en época de crisis» en alusión a los casi seis millones de euros que el Gobierno regional deposita en el proyecto que, hasta el momento, ha supuesto la intervención en ocho iglesias zamoranas a la espera de actuar en otra docena más hasta completar la veintena de templos románicos de la ciudad. En la misma línea que Castro, Valdeón insistió de manera especial en «la importancia de la dinamización económica que este plan ofrece en un momento de crisis», apuntó convencida de que «el actual Jacobeo hará que muchos más turistas nos visiten y vean las joyas del Románico en todo su esplendor», subrayó mientras hizo especial hincapié en el empuje turístico que este proyecto da a la ciudad.

En el momento actual, el punto de actuación es el interior de la sacristía, cuya cubierta se desmontó para descender su pendiente y recuperar la visión de los canecillos de la fachada norte. Se trata de pequeñas obras de arte que se encuentran en buen número de iglesias románicas para sustentar los aleros de los tejados y para mostrar al pueblo las escenas cotidianas de la época que les tocó vivir. También se están llevado a cabo las obras de restauración del solado con la recuperación del original en la zona del ábside, además de la ejecución de catas y de un seguimiento arqueológico. La actuación implica la excavación arqueológica en la fachada norte del templo con el fin de recuperar la cota de uso original y poder acceder al área del huerto sin barreras tras eliminar los peldaños preexistentes. Además, y dentro de lo que se considera habitual en estas actuaciones, han aparecido bajo las losetas del interior restos humanos procedentes de antiguos enterramientos. Las losas originales volverán a instalarse. La iglesia estará dotada de un nuevo sistema de calefacción con una pequeña construcción en la zona del huerto para ubicar la caldera que anteriormente se encontraba adosada a la iglesia. También está previsto el ocultamiento de todo el cableado eléctrico que desmerece la estética del templo.

Las obras, con un coste de 200.0000 euros, comenzaron en octubre y ya se han culminado las fases de restauración de las cubiertas, restauración de la espadaña así como limpieza y rejuntado de tres de sus cuatro fachadas.