«Dice una canción que el Duero cuando pasa por Zamora se para a escuchar a las Águedas». Éstas fueron las primeras palabras que la representante de la nueva cofradía de Águedas de San José Obrero, la joven Verónica San Juan, dirigió a las cerca de 1.300 mujeres que se concentraron ayer en la Plaza Mayor para recibir simbólicamente de manos de la alcaldesa, Rosa Valdeón, el bastón de mando de la ciudad. «Le doy el relevo por todo el día a una mujer valiente y joven que, a su vez, sabe mantener la tradición», apuntó sonriente la regidora municipal desde el balcón del Ayuntamiento, donde tuvo lugar el acto simbólico.

El momento sirvió para que Verónica San Juan hablara en nombre de sus compañeras al expresar que «nos sentimos orgullosas de ser mujeres, Águedas y zamoranas», dijo controlando los inevitables nervios y sin olvidar que «gracias a vosotras se ha mantenido viva durante tanto tiempo la tradición de las Águedas tanto en la capital como en todos los pueblos de la provincia», apuntó la joven águeda de San José Obrero, cofradía de nueva creación que participaba por primera vez en el encuentro. Junto a ella permanecía en el balcón consistorial la alcaldesa, quien convirtió el acto en «un reconocimiento a nuestras mayores».

A través de un breve discurso Valdeón reivindicó el papel de la mujer en la sociedad e instó a todas ellas a «educar a nuestros hijos en la igualdad y a seguir luchando porque, aunque afortunadamente hemos avanzado y nuestras vidas son mejores que las de nuestras madres y abuelas, queda mucho por lo que trabajar», reincidió haciendo una mención especial a la «necesaria lucha contra la violencia machista».

El tiempo se alió con todas ellas y el acto en el Consistorio fue precedido por un vistoso desfile de Águedas por las calles de la capital que partió de la Ciudad Deportiva, donde tuvo lugar un programa de radio de cuatro horas con las Águedas como protagonistas a cargo de todo el equipo de Cope Zamora y conducido por la veterana Chelo Mateos. El acto, organizado un año más por la emisora zamorana, cumple ya su décima edición y supone un homenaje al rico y diverso patrimonio tradicional de la provincia en la figura de sus mujeres, que se alzan como el elemento más activo y dinamizador en la conservación y transmisión de la cultura popular a través del baile, el canto, los trajes o la gastronomía. A la celebración asistió un año más el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo, quien no dudó un segundo en subir al escenario y bailar con un grupo de Águedas.

Zamora, Cerecinos de Campos, Morales de Toro, Manganeses de la Lampreana, Sitrama de Tera, Coreses? son sólo un ejemplo de la larga lista de cien pueblos representados ayer en el encuentro femenino. Todas ellas cantaron sus canciones tradicionales y bailaron al ritmo de los músicos de la Asociación Cultural «Tradición y Música Popular» de Zamora ataviadas con sus trajes característicos cosidos a mano por ellas mismas o por sus antecesoras.

Además de alegría y color, las Águedas también desprendieron ayer generosidad a través de una colecta a iniciativa de Cope Zamora para donar a Manos Unidas alrededor de mil euros dirigidos a los damnificados por el grave terremoto acontecido en Haití. Dos huchas se instalaron en la Ciudad Deportiva con este fin y tras la gala radiofónica el propio director de la emisora, Luis Carlos García, entregó esta cuantía económica a la organización sin ánimo de lucro con sede también en Zamora.

Un «¡que vivan las Águedas!» tras otro consolidó ayer este décimo encuentro de mujeres donde los hombres quedaron relegados a un segundo plano en una fiesta de marcado calado femenino. Sólo algunos músicos lograron introducirse entre la marea zamorana de mujeres.