La «jota de Toro», el «bolero de Pozoantiguo», el «brincao de Palazuelo», la «rueda», la «jota de Villalpando», «pulgas y corrido» y, sobre todo, el «bolero de Algodre», el más solicitado cuando actúan. Todas ellas, danzas típicas de la provincia, las ensayan cada viernes el grupo de bailes regionales de la Casa de Zamora de Madrid. Y este año están de aniversario. Nada menos que cincuenta años cumple este colectivo, fundado en 1960, aunque no fue hasta el verano del siguiente año cuando tuvo su primera actuación.

Su actual directora, María del Mar Barrón, recuerda que, cuando ella entró en el grupo, en 1985, «había alrededor de ochenta personas. Las casas regionales estaban de moda en Madrid y muchos jóvenes nos apuntamos. Había muy buen ambiente». De este modo, paradójicamente, también la directora, muy arraigada a Zamora, ya que su padre es de Brime de Sog y su madre de Vega de Tera, también está de aniversario, ya que son 25 años los que lleva en este colectivo.

En la actualidad, quince personas componen el grupo, junto con María del Mar Barrón: Adriana Folgado, Lucía Centeno, Ana Alija, Sara Antón, Susana Baz, Andrea Vaquero, Gema Macías, Pilar Blanco, Paula Lorenzo, Azahara Resino, Maite Alonso y Berta Martín, además del único hombre del grupo, Jesús Lorenzo. «Muchos de ellos son hijos y hermanos de gente que ha pasado por el grupo años atrás», explica Barrón, quien lo dirige desde 2004. «Hay gente desde los diez años, pero la mayoría de ellos son veinteañeros, aunque también viene de vez en cuando algún que otro veterano que quiere aprender estos bailes», apunta.

Dos horas a la semana, los viernes en el salón Viriato de la Casa de Zamora en Madrid, suelen ensayar, «aunque se amplía si tenemos cerca una actuación especial», puntualiza la directora. De esta manera, han recorrido varias ciudades, e incluso viajado al extranjero con estos bailes tradicionales. «Participamos en muchos certámenes para darnos a conocer y también como incentivo», explica Barrón, quien recuerda con especial cariño el viaje del grupo al Festival de Folclore de Francia de hace años. «Sólo por eso, merece la pena las horas de ensayo», reconoce. En su haber está el campeonato de España logrado en 1989 en Guadalajara y el ser el actual campeón de la Comunidad de Madrid.

El traje de Carbajales es su seña de identidad en todas sus actuaciones. «Son propiedad de la Casa y los típicos zamoranos por tradición. Además, gustan mucho a la gente que nos ve, porque lucen bastante y llaman la atención por su intenso colorido. A veces también utilizamos los de la parte de Aliste, porque la mayoría de la gente del grupo procede de esa zona de la provincia», explica la directora.

Inmersos en los preparativos para celebrar este quincuagésimo aniversario, previstos para la primavera, Barrón defiende el mantener vivos estos bailes. «Es una forma de, aun estando lejos, mantener las propias raíces de la tierra», asegura.