Dos horas y media de sesión plenaria para radicalizar posturas. El equipo de Gobierno realizó una defensa cerrada de la gestación del contrato del hipotético edificio municipal, del que hoy denuncia su lesividad para el Ayuntamiento en el Contencioso. En reiteradas intervenciones, los populares se ampararon en el informe económico, ausente la operación promovida por Vázquez, para justificar la anulación del acuerdo, mientras que la oposición arreció con sus críticas al portavoz popular, Feliciano Fernández, a quien llegaron a llamar «el mejor abogado de UFC».

Con la mayoría simple otorgada por los únicos votos populares, el equipo de Valdeón defiende desde hoy que el contrato de alquiler del inmueble con opción a compra es lesivo para los intereses municipales. «Lesivo, sí; estafa no», fue lo más concreto que aseveró el popular Fernández, quien sostuvo lo que el ex alcalde Antonio Vázquez ya declaró esta semana: «No hubo ningún informe en contra de la operación». Asimismo, el edil de Urbanismo se quejó de recibir «insultos muy graves», de parte de la oposición.

Si en otras ocasiones, las críticas desde algunos asientos de la oposición fueron moderadas, esta vez la crítica fue severa y unánime. Desde el mismo portavoz de Adeiza, Miguel Angel Mateos, quien dedicó un antológico piropo a Fernández. «UFC no va a tener mejor defensa que el portavoz popular», advirtió Mateos, quien apuntó que «hemos sido incitados a votar en contra», al tiempo que calificó al equipo de Gobierno como «derrotado antes de iniciar la batalla».

Por su parte, los socialistas anunciaron que llevarán a la fiscalía anticorrupción las supuestas irregularidades en la gestación del contrato con la promotora UFC «si ustedes impiden que se celebre la comisión de investigación que vamos a solicitar». Hernández justificó el voto en contra en la defensa de una vía alternativa, la de la nulidad, y puso un ejemplo «vergonzoso» al referirse a que «la climatización del edificio estaba valorada en 20 millones de euros».

Sin duda, uno de los focos estuvo puesto en Izquierda Unida, quien impulsó a través de una moción la anulación del contrato. «Ruinoso», «nefasto», «delito muy grave». Francisco Guarido dejó caer las palabras una y otra vez para escenificar varias intervenciones con duras acusaciones a los populares. «Quien hoy está defendiendo la ciudad es la oposición», apuntó Guarido de manera solemne.

Lejos de rectificaciones, las posiciones no variaron. El edil de Urbanismo acusó a Guarido de tejer una novela, rechazó cualquier crítica, evitó la autocrítica y se amparó en que «la situación ha cambiado». En su turno, el socialista Hernández le recriminó su autocomplacencia. «Si todo se ha hecho tan bien, no sé por qué estamos hoy aquí», subrayó.