El dueño del café bar Medieval, Abel Merchán, propietario de un local ubicado en la calle San Martín, en el casco antiguo de la capital zamorana, ha interpuesto una denuncia por los actos vandálicos que ha sufrido la fachada de su local durante la noche del domingo, que apareció por la mañana manchada con dos kilos de harina espolvoreada y cinco huevos rotos que mancharon la puerta de entrada al local y el suelo, aunque hasta el momento no ha hecho ninguna denuncia contra ninguna persona física.

El denunciante asegura saber quién ha lanzado los alimentos sobre su puerta, ya que recientemente ha tenido varios encontronazos con esa persona durante varias noches en un local nocturno de la ciudad, «sin motivo aparente esta persona se envalentonó contra mí y me echó del local a empujones», declaró el propietario del establecimiento.

Abel Merchán sostiene su acusación en el hecho de que, según él, varios clientes suyos habían observado al acusado pasar varias veces y pararse frente al bar el día anterior al suceso.

A la persona que acusa el propietario del local afectado asegura no tener nada que ver con los hechos y dice que no va a dejar de pasar por esa calle «porque él tenga ubicado su local». Agregó que no tiene nada que ver con el incidente y que «a mí también me han rayado el coche y no digo que lo ha hecho él», manifiesta el supuesto acusado, que prefiere mantener su identidad en el anonimato, «porque no quiero tener nada que ver con esta persona, todo el mundo sabe cómo es».

Con relación a que pasara frente al local del denunciante asegura que tenía que hacer recados por la zona y que en la puerta de su local vio a un conocido con el que se paró a charlar unos instantes.

Los dos presuntos implicados en el suceso se acusan mutuamente de haber sido agredidos por la otra persona y ambos aseguran que el otro «es una persona violenta sin motivo», según han expresado ambos implicados.