La Guardia Civil les dijo que había una furgoneta bomba de ETA. "Nosotros dormimos encima del bar y nos fuimos al piso de mis hijos, pero los guardias nos dijeron que nos buscaban alojamiento", comenta Teresa. A eso de las once y media cerraban el bar, para regresar por la mañana. "La gente se ha enterado por el periódico", asegura María Teresa, cuyo bar distribuye La Opinión. Allí, en el Capri, los vecinos se acumulaban esta mañana para comentar todo lo sucedido, sin dar crédito todavía a lo sucedido.