Trámites con carácter de «emergencia» que permitan adjudicar la obra directamente y agilizar en el tiempo.Esta es la solución que la Diputación Provincial pretende dar a la carretera entre Zamora y Almaraz, uno de cuyos tramos se hundió parcialmente la pasada semana, y que permanece cortada al tráfico para garantizar la seguridad en la zona. Tras visitar ayer los desperfectos, el presidente de la institución, Fernando Martínez Maíllo, ha pedido a los técnicos que presenten una solución concreta para el puente afectado en el plazo de una semana. Es probable que sea necesario ejecutar un nuevo puente en la carretera. De forma paralela se agilizará con «urgencia» la actuación que ya estaba prevista en los cuatro kilómetros de vía más próximos al río, y que son los que necesitan una actuación más inmediata.

Maíllo insiste en que su mayor preocupación es hacer la obra y abrir la carretera lo antes posible, aunque matiza que los vecinos de Almaraz, «por fortuna», pueden utilizar un camino que conecta directamente la localidad con la N-122, lo que facilita la comunicación con la capital hasta que se consiga solucionar el problema. Por último, el presidente institucional insiste en que de los 13 kilómetros de vía ya se ha actuado en el inicio y en el final de la misma, y que por lo tanto «sólo queda pendiente el tramo intermedio de cuatro kilómetros que es el más complejo por su cercanía al río y porque tiene tres puentes», uno de ellos el afectado por el derrumbe.

Los vecinos, a la espera

Los vecinos de Almaraz aseguran que hace ya años que se viene advirtiendo de la mala situación de esta carretera. Ahora, tras el derrumbe de parte de la calzada, utilizan el camino alternativo que enlaza con la N-122, aunque ello suponga un rodeo extra de varios kilómetros, según el alcalde, José Martín. Para él, la propuesta del presidente de la Diputación es «buena, pero siempre y cuando se haga con rapidez, es decir que en quince días se esté trabajando en la zona».

Martín recuerda que la carretera tiene un total «de 18 kilómetros, de los que 10 están mal, a pesar de que en parte de ellos ya se actuó». Coincide con Maíllo en que la urgencia está en los cuatro kilómetros sobre los que no se ha trabajado en los últimos años.