Los sindicatos convocarán una huelga en el sector de ayuda a domicilio, si la patronal no reconsidera su postura e inicia la negociación colectiva para mejorar la situación de las 445 trabajadoras que atienden a 2.000 usuarios válidos y dependientes, en su mayoría a media jornada o por horas, con retribuciones. Los sindicatos UGT y CC OO, que han solicitado ya la mediación del Serla para evitar el paro y tratar de que los empresarios se avengan a estudiar mejoras en el convenio colectivo, que debería haberse revisado en diciembre, denuncian la «precariedad» laboral de un colectivo de trabajadores que se ve asfixiado por las bajas retribuciones que percibe.

Una situación que se deriva de que en la inmensa mayoría de los servicios a usuarios no se cumple la jornada completa de 36 horas, de la que sólo disfrutan 18 empleados, explicó ayer Jerónimo Cantuche, el secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT. El sindicalista responsabilizó también, a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de Zamora de los bajos salarios del colectivo, la mayoría mujeres, por permitir «subastas a la baja que redundan en una peor calidad del servicio y en que las condiciones de las trabajadoras no puedan ser buenas», agregó Jerónimo Cantuche, ya que el coste real de la ayuda a domicilio se sitúa por encima de los contratos suscritos con las empresas. El ugetista detalló que ambas instituciones pagan 13,85 euros por hora trabajada a las empresas, cuantía con la que éstas tienen que cubrir no sólo los gastos de personal, sino también los que se derivan del mantenimiento y gestión del resto de la propia sociedad, con lo que «es imposible con cantidades tan ajustadas que los trabajadores puedan mejorar sus retribuciones» en cuantías de cierta entidad.

Otra de las críticas lanzadas ayer está relacionada con los 0,17 euros que las empresas abonan por kilómetro de desplazamiento, claramente insuficiente al estar por debajo de los 0,19 que estipula la Junta de Castilla y León, circunstancia que afecta a la mayoría de los trabajadoras que desempeñan su tarea en pueblos, salvo las 67 de la capital. El dinero asignado «no llega ni para el mantenimiento del vehículo que tienen que usar». A la petición de reajuste de esta cuota que se mantiene «invariable desde hace seis años», se añade la exigencia del abono de los kilómetros que recorre el operario de ayuda a domicilio desde su casa hasta la vivienda del primer usuario al que atiende, y desde la del último hasta la propia. Exigen la redistribución de usuarios y evitar la sobrecarga de coordinadoras.