Entre un 18 y un 20% de la actividad diaria de los médicos de atención primaria está relacionada con problemas otorrinolaringológicos (garganta, nariz u oídos) de los pacientes. El dato, junto con la gran carga de trabajo que suponen estas patologías en las urgencias de atención primaria ha sido la motivación para que el Colegio de Médicos haya organizado el primer curso de actualización dirigido a los profesionales de los centros de salud.

El curso está impartido por especialistas de otorrino del Complejo Asistencial de Zamora como Enrique Coscarón, María Cruz Pérez Lideo y Mar de Prado, que a lo largo de la semana irán analizando las urgencias del oído, las nasosinusales, la de faringe, laringe y glándulas salivales, el vértigo periférico y las cervicales. Además, el 26 de octubre se desarrollará un taller práctico.

Coscarón explica que el objetivo es «actualizar con los compañeros de primaria el manejo actual de este tipo de pacientes, que va cambiando con los años, de cara a conseguir la mejor práctica en el manejo, basado en la evidencia científica». El especialista indica que «se les pretende enseñar cómo actuar en cada caso según las diferentes circunstancias, lo que lógicamente supone una mejora importante para los pacientes».

En el programa se tocarán sobre todo «las patologías más frecuentes que llegan a las urgencias de primaria, y también aquellos procesos quizá menos frecuentes pero que pueden ser potencialmente graves. Es importante que los médicos de cabecera sepan hasta dónde deben llegar, cuándo es conveniente derivar al especialista y en qué circunstancias hay que enviar al hospital al paciente sin demora». Una de las dificultades estriba en que «existen en ocasiones enfermedades con síntomas muy parecidos que pueden llevar a un diagnóstico erróneo». Uno de los problemas que presentan algunos tipos de patologías, sobre todo las relacionadas con los procesos catarrales es la propia presión del paciente para que el médico le recete antibióticos. «El curso sirve también para reforzar a los médicos en sus criterios de antibioterapia. Porque hay muchas enfermedades en las que no es preciso administrar antibióticos, con lo que evitamos resistencias y un gasto suplementario al sistema». La dispersión poblacional de la provincia hace que sean los médicos de atención primaria los que se encarguen de la mayor parte de la patología.