La coral «Ciudad de Zamora» sentó ayer las bases del «Festival Coral de Otoño», un evento musical que nace con la vocación de generar un punto de encuentro entre coros de todo el país para intercambiar experiencias culturales y difundir sus repertorios. Tras meses de trabajo, Luis María Martín Negro y su grupo han logrado poner en marcha la primera edición de un evento que congregó ayer a las corales «Ciudad de Zamora», «Ciudad de Valladolid» y «Ciutat de Burjassot», de Valencia.

Más de un centenar de voces -35, 30 y 50, respectivamente- protagonizó ayer una jornada que arrancó con un encuentro de todos los músicos en La Marina, desde donde partieron juntos hacia la iglesia de San Torcuato para participar en una eucaristía amenizada por las tres corales. Cada una de ellas demostró por la tarde lo mejor de sus repertorios en el Teatro Principal, donde un aforo completo presenció casi dos horas de festival. Aunque la actuación en el coliseo zamorano constituyó el plato fuerte, la jornada coral contó también con varios actos gastronómicos de confraternidad, una visita guiada por Zamora y una charla sobre salud vocal.

El objetivo del evento es «dotarlo de una continuidad y mostrar otras formas de hacer música, ya que en Zamora nos conocemos unos a otros y es muy enriquecedor que lleguen a la ciudad corales de otras ciudades para escucharnos y compartir experiencias», explica el presidente de la coral «Ciudad de Zamora» y organizador del evento, Luis María Martín.

La dilatada trayectoria como músico de Martín Negro le ha permitido conocer a integrantes de otros muchos grupos con los que se ha puesto en contacto para coordinar la actividad cultural.

La elección de tres únicas corales no ha sido casual: «nuestra intención era que cada grupo tuviera al menos media hora de concierto y congregar a un mayor número de corales habría generado un festival demasiado largo», sopesa el director con la aspiración de que la cita musical vuelva a repetirse con éxito el próximo otoño.

El Festival «Coral de Otoño» no fue la única actividad de estas características que se desarrolló ayer en la capital. El escenario del salón de actos de La Alhóndiga acogió también un concierto del coro «Arsis», de Caravaca de la Cruz, con un programa en el que interpretaron canciones clásicas de Tomás Luis de Vitoria o Palestrina así como piezas contemporáneas de «The Mamas and the Papas» y cantares de Joan Manuel Serrat.

La coral murciana está dirigida por Manuel Arnaldos y se creó en 1989 con el propósito de propagar y fomentar el canto coral en la región. Además, la agrupación es la encargada de organizar los encuentros nacionales de música coral religiosa que se celebran a raíz de la concesión del «Año Jubilar in Perpetuum» a Caravaca de la Cruz por parte de la Santa Sede.

El punto negativo de la jornada de corales lo puso la coincidencia de horarios, ya que tanto el festival celebrado en el Teatro Principal como el concierto de La Alhóndiga comenzaron a las 20.30 horas.

Objetivos

El nuevo festival nace con los siguientes retos:

Intercambiar experiencias entre las diferentes corales del panorama musical.

Compartir una jornada de convivencia entre los coristas que componen cada grupo.

Ofrecer charlas relacionadas con la cultura musical y las técnicas empleadas.

Difundir la música coral entre los propios integrantes de los grupos y el público en general.

Dar a conocer la ciudad, en concreto, su gastronomía y patrimonio, con la música coral como nexo de unión.