Alberto Martín es un joven cantante de copla. Un género que no considera pasado de moda y al que dedica todo su esfuerzo.

—¿Cómo empezaste tu carrera en el mundo de la música?

—Yo empecé con Manolo Sadia, de Cepa y Sarmientos, en la banda de música de Zamora. Me gustó el mundillo, y, a partir de ahí el empezó a presentarme a gente, comencé a introducirme en la música, y, desde entonces. Esto sucedió cuando yo tenía 13 años.

—¿Cuál es el estilo que más le llena?

—Yo canto de todo: copla, folk, pop... Prefiero la copla, que también es lo que más canto, pero este género tiene un gran problema, que es su poca difusión entre la sociedad zamorana y, en general, entre todo el mundo. Es harto complicado salir adelante cantando este tipo de música. A mí me gustaría cantar, sea copla, sea folk, sea lo que sea

—Ha colaborado con diferentes grupos en la provincia de Zamora además de «Cepa y Sarmientos» ¿No es así?

—Sí, estuve en «Cepa y Sarmientos», fui cantante de «Los Labradores», he trabajado con orquestas y con cantantes. He colaborado con asociaciones contra el cáncer, contra el VIH y contra el síndrome de Down...

—Qué tal fue su experiencia en la radio?

—Trabaje hace unos años como colaborador en un programa de la cadena Ser, dirigido por Marisa Fernández. Yo hacía una sección que se llamaba «Zamora Canta» junto con Manolo Sadia y estuve tres o cuatro meses hasta que, desgraciadamente, quitaron el programa. Lo cierto es que haciendo aquella sección me lo pasaba de maravilla, ponía música de la tierra, canciones que ya no se ponen, pero que a la gente mayor le gusta escuchar, pero se acabó y se acabó.

—¿Le gustaría dedicarse profesionalmente a la música?

—Sí, lo único es que es algo prácticamente imposible, sobre todo en el género que yo practico. Si tienes la esperanza de triunfar debes irte a lugares como Andalucía o Valencia, donde la copla tiene más importancia, y, aún así, es complicadísimo.

—¿Le ha surgido la posibilidad de grabar algún disco?

—Sí, ya tengo una maqueta que grabé hace algún tiempo, y ahora, en cosa de dos o tres meses, comenzaré a grabar otro disco en solitario. La verdad es que en este mundo hay mucha gente que intenta aprovecharse de la gente como yo que intentamos grabar un disco con toda nuestra ilusión. Por ejemplo, yo fui a grabar a un estudio y un personaje me quería cobrar 150 euros por cada canción, cuando lo normal son 70 u 80. Hay ciertas actuaciones que son vergonzosas.

—¿Cómo ve el nivel de la música en Zamora?

—En cuanto a la copla, yo conozco a varios, que cantan muy bien. Luego en cuanto a folk, también hay algunos destacables. La pena es que «Cepa y Sarmientos», que eran los mejores y llevaban 20 años en esto, se retiraron, pero bueno, están «Santarenk Folk» y otros grupos por ahí bastante curiosos.

—¿Opina que la copla se ha quedado ya como un género donde sólo se realizan versiones de canciones antiguas?

—Es cierto que prácticamente no hay nada nuevo. Hay algún maestro en Andalucía que hace algo, pero lo que más se hace son canciones de Manolo Escobar, de Antonio Molina y se acabó. Yo he compuesto algunas cosas, pero es muy complicado. Ahora mismo estoy haciéndole una canción a mi pueblo, pero es un pasodoble, con una copla no me atrevo.

—¿Se encuentra personas de su edad en este mundo?

—Prácticamente a nadie, la verdad. Cuando canté en Caja Duero la gente se quedaba alucinada por ver a un chaval de mi edad cantar copla. Yo soy un bicho raro para la mayor parte del mundo. A las personas mayores, que son para las que yo canto, les gusta, pero a la juventud no. Ahora lo que se lleva es el pop y las cadenas musicales ponen este tipo de música. Son modas, y espero que la copla vuelva a estar en la onda.

—¿Ha actuado este verano?

—Sí, he estado con un grupo y hemos cantado en diferentes lugares. La pena es que la gente, en ocasiones, ni siquiera se enteraba de que íbamos. Por ejemplo, en Montamarta, empezamos a cantar para 10 personas. Luego acabamos con unas 200 ó 300 llenando la plaza, pero, en principio, la gente no acude masivamente.

—¿Cuáles son sus planes para el futuro?

–El único plan que tengo para el futuro es continuar cantando. Si no puedo dedicarme profesionalmente a ello, me gustaría tener un trabajo que me permitiera seguir colaborando con grupos o dando clases de música. También sigo estudiando, ahora voy a comenzar bachillerato, pero hoy por hoy, lo único que me motiva es la música.

—¿Tiene alguna influencia especial?

—Tengo varias influencias. Me gusta mucho Antonio Molina, aunque también me fijo en grupos como Medina Azahara. Tengo varios ejemplos a seguir. En la copla actual hay poco en lo que fijarse. Quizás la mejor es Diana Navarro.